El 30 de agosto de 1996, 415 terroristas del bloque sur de las Farc arrasaron por sorprea la base militar de las Delicias. Al cabo de 17 horas de desigual combate, murieron 28 militares, 60 fueron secuestrados y 15 queadron heridos de gravedad. Este es el testimonio del coronel Iván González y le mayor Ricardo Torres, los pilotos del primer helicóptero militar que aterrizó en el lugar de los hechos.
Eran las cuatro y media de la tarde cuando despegamos del Batallón Joaquín Paris con rumbo a la población de Las Delicias en el departamento del Caquetá. Íbamos en el Helicóptero FAC 4122, Black Hawk de la Fuerza Aérea Colombiana. Yo era el copiloto de una tripulación de 4 personas, un piloto y dos técnicos de vuelo, que recibimos la orden de evacuar algunos soldados heridos.
Sobrevolamos durante dos horas y media 450 kilómetros de selva espesa, infinita y profunda. A la mitad del camino, nuestra cabina, que hasta este momento vivió un ambiente fraternal y tranquilo, se fue quedando en silencio y se llenó de inquietantes secretos. La noche empezó a caer trayendo consigo un paisaje siniestro, gris y oscuro, como preludio de acontecimientos fatídicos. Debajo, la selva cada vez era más espesa, más primitiva y más espeluznante.
-Ejercito, Ejército, de rotor...-, -Ejercito, Ejercito, Ejercito de rotor...-, a la espera de su respuesta, imaginaba aquellos hombres tratando de sintonizar el radio al escuchar el sonido de nuestro helicóptero,
-Ejército, Ejército, Ejército de rotor...-, llamamos repetidas veces. Solo recibíamos el sonido seco de la estática de nuestro radio como respuesta. El sistema de navegación marcó las coordenadas del pueblo justo debajo de nosotros, pero no logramos verlo, hicimos varios giros, hasta que este surgió bajo una bruma densa, “¡parece que es ahí!”, expresó el Capitán“, giré la cabeza y vi un caserío abandonado y destruido por la barbarie. Casas destruidas, cuerdas y postes formaban desordenadas telarañas y las pequeñas embarcaciones hundidas a la orilla del río.
Buscábamos a un soldado, un infante de marina, un campesino, una señal de humo, algo o alguien, pero nada apareció. Pensamos seguir hacia la base aérea de Tres Esquinas, ubicada en el Caquetá a unos a 70 kilómetros de distancia, pero no teníamos combustible suficiente para recorrer los 70 kilómetros.
Imperaba aterrizar en aquel pueblo fantasma donde de seguro los terroristas nos esperaban. Imaginé la emboscada preparada y nosotros listos para pelear evadiendo cilindros y repeliendo el fuego de las ametralladoras enemigas. Nuestra situación era crítica, en ese instante todas las posibilidades pasaron por la mente, desde la idea de arborizar lejos de allí hasta caer sobre algún cultivo de coca o entrar en combate frontal.
Todas las alternativas eran peligrosas, pero nuestro deber era aterrizar. Debíamos pelear contra el miedo y el enemigo para rescatar a nuestros héroes heridos.Descendimos a poca altura donde identificamos lo que parecieran ser personas acostadas en el suelo y algo que parecían bultos en movimiento. Pensé en una emboscada del enemigo, pero era raro que estos no se ocultaran. Lo que se movía eran animales caminando entre ellos. El piloto de la aeronave tomó las precauciones necesarias y ordenó a los técnicos de vuelo alistar las ametralladoras.
Ordenó máxima disposición de combate, ajustar los protectores y desasegurar el armamento. Los pilotos con las manos sobre los controles, los artilleros, con sus escudos blindados sosteniendo las armas y con el dedo en el disparador y todos, con los ojos puestos sobre lo que se moviera en el horizonte. Descendimos alertas y callados con la adrenalina calcinando el miedo, el sudor corriendo y los corazones palpitando aceleradamente.
Las ráfagas de los rotores apartaban los árboles y agitaban las ramas levantando nubes de polvo y hojas, en diabólicos remolinos. El peligro era latente pero seguíamos vivos, ni un disparo, ni explosiones de bombas, ni gritos, nada. En vuelo lento, casi a ras del suelo, el helicóptero se deslizaba, cual ángel de la noche explorando entre los escombros y las ruinas de una antigua civilización extinta. Con las lámparas alumbrábamos los rincones, las garitas destruidas y el puesto de mando incendiado.
Al bajar, la pegajosa humedad con penetrante y fétido olor entró por las puertas abiertas, donde estaban alertas los artilleros. Nos invadió la desolación y el espectro de la muerte con el vaho de los cadáveres que convertían el aire en nauseabundo gas irrespirable. En el espacio abierto para los deportes yacían los cuerpos (17) de las víctimas de un cruento final, incinerados (5) junto a las trincheras, 8 caídos dentro de las ruinas y 5 ahogados en la orilla del río.
El fuerte viento estremecía a aquellos heroicos patriotas inmolados pero no vencidos, inermes como piedras, cubiertos de harapos y equipo militar destruido. Algunos, con los ojos abiertos en sus pálidos rostros, mostraban su último gesto de dolor y valor. Veíamos como los cuerpos eran empujados por el inevitable viento de la maquina, al mismo tiempo que se empeñaban en detectar cualquier señal del enemigo.
De repente, notamos destellos de luz titilando bajo los escombros y ligeros movimientos. Detuvimos el vuelo de inmediato pensando en un ataque frontal. Los artilleros giraron las ametralladoras. Quietud, máxima alerta y tensión con los nervios a punto de reventar. Solo el rugir de la máquina, el golpeteo de las aspas del rotor pero ningún ruido de armas.
Como sombras surgiendo de tumbas, comenzaron a aproximarse siluetas que arrastraban los pies y levantaban los brazos con actitud de suplicantes zombis. Caminaban e imploraban ayuda. Cuando la fuerte luz del reflector del helicóptero los cubrió, vimos sus fantasmales figuras.
De repente, encontramos lo que habíamos venido a buscar desde el lejano Guaviare, de donde partimos ese día a muchas millas de distancia de jungla al oriente del país, sin saber lo que nos esperaba. Eran los sobrevivientes del exterminio de la Base Militar de Las Delicias, sobre el río Caquetá, así parecieran seres del otro mundo. Solo el brillo de sus ojos lo negaba, el resto era igual: lodo, sangre, sudor y lágrimas.
Aterrizamos casi a las siete de la noche entre las ruinas de la Base Militar de Las Delicias. Caminé hacia los sobrevivientes y me sorprendió un Teniente médico de la Armada acompañado de un enfermero y 22 heridos. Había llegado antes que nosotros subiendo por el río Caquetá desde la Base Naval destacada en la frontera con el Perú. Algunos, en estado grave, tenían no menos de 4 y 5 impactos de bala en distintas partes del cuerpo; otros intentaban caminar aunque no lo conseguían.
Debíamos abordar pronto, pues a lo mejor, el enemigo acechaba cerca. Unos acostados y otros sentados, pero al final no cabían todos en el helicóptero. Prioridad, los más graves Ningún soldado deseaba quedarse a la espera de otro vuelo y confundían al oficial con sus gritos de dolor, pero era inevitable así fuese doloroso. Dejamos los menos afectados para después.
Mi capitán había abastecido el helicóptero con los últimos 50 galones del combustible de la reserva. Arrancamos motores y despegamos mientras yo miraba por la ventanilla a los que se quedaban. En sus ojos se veía el temor y la angustia de soportar por más tiempo el dolor y el miedo de estar en el sitio. Volamos hacia la base de Tres Esquinas. Abordo había una fetidez nauseabunda que emanaba de las heridas descompuestas, la sangre y el sudor de los cuerpos que se mezclaba con el humo del combate.
Sentí habitar en el infierno: Calor, gritos, llantos y el abrazo negro de la noche en el infinito espacio selvático. Al instante perdimos de vista la diferencia entre el cielo y la tierra. Era el panorama de un mundo sin horizontes.
Treinta minutos después.
-“Torre de control Tres Esquinas, Tres Esquinas, Tres Esquinas; helicóptero FAC 4122… FAC 4122…
Siga FAC 4122, este es Tres Esquinas”, contestaron. Informé la hora de llegada y el número de heridos a bordo.
Encontramos el punto de aterrizaje en la oscuridad, señalizado con los precarios medios de iluminación disponible en esa Base Aérea enclavada en medio de la selva. Pronto, aparecieron las alarmantes luces de las ambulancias. Los lamentos de los heridos se mezclaron con las órdenes de los médicos y las enfermeras. Aquel no era el fin de ese dramático rescate. Faltaba trasladarlos a un centro médico con mejores servicios. Transcurrieron 20 minutos cuando, en la negra y profunda bóveda celeste, se escuchó el distintivo rugir de un avión Hércules. No entendíamos cómo podría aterrizar. Estaba sobre nosotros y traía la esperanza de salvación.
De repente, la brillante luz de una bengala abrió un gran hueco en lo alto e iluminó todo el campo. El avión apareció en el centro del resplandor, suspendido en el aire, cual musculoso y alado dios griego que acude a proteger a sus jóvenes guerreros. Su silueta giró contrastando con el oscuro fondo del espacio y se posó en tierra mostrando el brillo de sus hélices que reflejaban la intensa luz de la bengala.
Al tocar tierra, el avión celebró su llegada con el chillido de las ruedas que despedían el humo del caucho quemado por el pavimento y el tronar de sus motores puestos en la máxima potencia de los reversibles para contener la veloz mole salvadora. Todos nos unimos a la celebración, con gritos de espontáneo júbilo. Lo habían logrado y los heridos se salvarían, a la media noche llegarían al Hospital Militar de Bogotá. Exhaustos respiramos satisfechos por la misión cumplida en aquel fatídico día.
Desde el nacimiento como república soberana Colombia ha afrontado la guerra fratricida. A partir de la década de los años 50, la violencia liberal-conservadora recibió un tercer ingrediente con la entrada en escena del partido comunista y su brazo armado las Farc. Años mas tarde este grupo se convirtió en narcotraficante y terrorista, a la vez que facilitó el camino para la inmersión de las autodefensas ilegales en el mismo esquema de terror.
jueves, 21 de enero de 2010
sábado, 16 de enero de 2010
La Cancillería debe puntualizar acerca del cuento chino de las “bases gringas”
Es inconcebible la inconsecuencia de los medios de comunicación y el país en general, frente a las persistentes agresiones contra Colombia por parte del Foro de Sao Paulo, el Alba, Unasur, “colombianos por la paz”, y el Movimiento Continental Bolivariano.
Ni los generadores de opinión, ni la dirigencia empresarial, ni la academia, ni el gobierno parecieran tener claridad alrededor de un tema sensible y preocupante para el futuro del país. Mientras los conjurados urden un plan sincronizado, tendiente a dar estatus de beligerancia a las Farc, imponer un gobierno títere a Chávez, Correa, y Lula, incluido el uso de la fuerza si fuere necesario; todavía pululan los despistados que creen que Correa se volvió buena persona, que Lula no tiene nada que ver en el complot y que Chávez es solo un bocón.
En contraste, los hechos demuestran la realidad de los planes de la izquierda pro terrorista orientada desde el Foro de Sao Paulo. Pese a que el gobierno colombiano ha aclarado ante muchos escenarios nacionales e internacionales que no habrá “bases gringas” en Colombia, sino presencia militar norteamericana, de manera coincidente con lo que dicen las Farc en sus comunicados y en su web, los gobiernos de Unasur y los socios de Lula en Latinoamérica, de manera desafiante e irrespetuosa con Colombia, citan a cada rato, el tema y resarcen que las “bases militares gringas” en Colombia son una amenaza para la estabilidad de la región.
Al unísono Lula azuza a Chávez para que utilice la fuerza contra Colombia, porque sabe que el sería el mediador, el pacifista y el ganador del Premio Nobel de Paz, por zanjar las diferencias, pero claro, luego de legitimar a las Farc y de hundir a Colombia en el fango del socialismo del siglo XXI.
Por su parte, las Farc en contubernio con el Movimiento Continental Bolivariano y los mal llamados “Colombianos por la paz”, engañan a los familiares de los secuestrados con falsas promesas de liberación, mientras acomodan cada secuestrado a las conveniencias del Plan Estratégico.
El asunto medular, es que detrás de la desinformación y la verborrea, hay un proyecto estratégico del comunismo cubano sobre el continente, para lo cual cuenta con la complicidad de los gobiernos de Venezuela, Nicaragua, Ecuador, Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay, El Salvador y Bolivia.
Pero la incredulidad de los miopes es superior a la realidad de la agresión. Sesudos analistas colombianos, ven y escuchan a diario las barbaridades que ejecuta Chávez contra su pueblo y las libertades individuales en Venezuela, paralelas con la innegable y evidente preparación de una gigantesca operación militar contra Colombia diseñada en el Plan Guaicapuro que incluye la legitimación y apoyo a las Farc para su ofensiva final, con el apoyo de Ecuador y Nicaragua.
Sin embargo, presas de una estupidez rayana, estos analistas y comentaristas de opinión política, dudan, especulan y en últimas no creen que Chávez y los demás comunistas, sean capaces de acometer esa empresa contra la institucionalidad colombiana.
A ellos se suman los politiqueros de siempre. Ineptos ex mandatarios como Ernesto Samper, Andrés Pastrana y César Gaviria, están más preocupados por sacar a Uribe de la casa de Nariño para ubicar a uno de sus comodines, que en la gravedad del asunto. Las altas cortes o están permeadas por casos de corrupción o están convertidas en partido de oposición, para cumplir órdenes a uno de esos tres caciques.
La juventud está desorientada. Los gremios de la producción parecieran no tener claridad que lo que está en juego es la continuidad de la libre empresa y del sistema político vigente. Los congresistas ni se dan por entendidos, que dentro de las dos cámaras hay estafetas de las Farc dedicados a socavar la institucionalidad y a preparar el camino de la legitimación de los terroristas.
Los medios de comunicación están inmersos en el mar de desinformación, pero sobre todo fuera de foco. Da la sensación que desconocen el Plan Estratégico de las Farc y las intenciones del Foro de Sao Paulo, por lo tanto, no tienen un panorama claro frente a la compleja y grave agresión que se desarrolla contra Colombia y su futuro integral como nación libre, soberana e independiente.
Entretanto, los mismos mamertos que en Colombia apoyan el terrorismo y multiplican el odio anti yanqui, a menudo, viajan a los Estados Unidos y Canadá a promover que no haya TLC con Colombia y a denunciar supuestas persecuciones contra sindicalistas, pero nunca dicen que en los sindicatos hay varios terroristas de las Farc dedicados a destruir al economía nacional.
Esto indica que utilizan todas las formas de lucha para destruir el odiado capitalismo, e ingenuos, algunos de los demócratas izquierdistas del congreso estadounidense y unos académicos despistados, caen en la red del juego articulado por las Farc y del Foro de Sao Paulo, al escuchar y multiplicar los planteamientos pro farianos de los “opositores” al gobierno Uribe, que como lobos con piel de oveja, asestan puñaladas traicioneras a su “enemigo de clase” en Colombia y en Estados Unidos.
En síntesis, hay un complot en desarrollo mientras que la desinformación, el desconocimiento y la ausencia de claridad, favorecen a los conjurados, que a diario manipulan la información, pretenden legitimar a las Farc y preparan una agresión militar sincronizada en el Plan Guaicapuro.
Por estas razones y muchas más de fondo, es que el indio cocalero boliviano , el canciller brasileño y las Farc insisten en las “bases gringas en Colombia”, Chávez inventa una agresión del “imperio” contra Venezuela, y en apariencia Ortega y Correa guardan silencio y aparente amistad con Colombia, mientras tejen los hilos de la trama para la agresión sincronizada.
Al mismo tiempo el obispo rojo en el Paraguay, Mujica en Uruguay, Funes en El Salvador y la dictadura cubana, articulan el plan propagandístico continental para completar el proyecto, del cual las Farc ahora son una parte y no el eje central.
Esa es la explicación porqué los terroristas y sus cómplices insisten en el tema de las “bases gringas” en Colombia…..
Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
www.luisvillamarin.com
Analista de asuntos estratégicos
Ni los generadores de opinión, ni la dirigencia empresarial, ni la academia, ni el gobierno parecieran tener claridad alrededor de un tema sensible y preocupante para el futuro del país. Mientras los conjurados urden un plan sincronizado, tendiente a dar estatus de beligerancia a las Farc, imponer un gobierno títere a Chávez, Correa, y Lula, incluido el uso de la fuerza si fuere necesario; todavía pululan los despistados que creen que Correa se volvió buena persona, que Lula no tiene nada que ver en el complot y que Chávez es solo un bocón.
En contraste, los hechos demuestran la realidad de los planes de la izquierda pro terrorista orientada desde el Foro de Sao Paulo. Pese a que el gobierno colombiano ha aclarado ante muchos escenarios nacionales e internacionales que no habrá “bases gringas” en Colombia, sino presencia militar norteamericana, de manera coincidente con lo que dicen las Farc en sus comunicados y en su web, los gobiernos de Unasur y los socios de Lula en Latinoamérica, de manera desafiante e irrespetuosa con Colombia, citan a cada rato, el tema y resarcen que las “bases militares gringas” en Colombia son una amenaza para la estabilidad de la región.
Al unísono Lula azuza a Chávez para que utilice la fuerza contra Colombia, porque sabe que el sería el mediador, el pacifista y el ganador del Premio Nobel de Paz, por zanjar las diferencias, pero claro, luego de legitimar a las Farc y de hundir a Colombia en el fango del socialismo del siglo XXI.
Por su parte, las Farc en contubernio con el Movimiento Continental Bolivariano y los mal llamados “Colombianos por la paz”, engañan a los familiares de los secuestrados con falsas promesas de liberación, mientras acomodan cada secuestrado a las conveniencias del Plan Estratégico.
El asunto medular, es que detrás de la desinformación y la verborrea, hay un proyecto estratégico del comunismo cubano sobre el continente, para lo cual cuenta con la complicidad de los gobiernos de Venezuela, Nicaragua, Ecuador, Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay, El Salvador y Bolivia.
Pero la incredulidad de los miopes es superior a la realidad de la agresión. Sesudos analistas colombianos, ven y escuchan a diario las barbaridades que ejecuta Chávez contra su pueblo y las libertades individuales en Venezuela, paralelas con la innegable y evidente preparación de una gigantesca operación militar contra Colombia diseñada en el Plan Guaicapuro que incluye la legitimación y apoyo a las Farc para su ofensiva final, con el apoyo de Ecuador y Nicaragua.
Sin embargo, presas de una estupidez rayana, estos analistas y comentaristas de opinión política, dudan, especulan y en últimas no creen que Chávez y los demás comunistas, sean capaces de acometer esa empresa contra la institucionalidad colombiana.
A ellos se suman los politiqueros de siempre. Ineptos ex mandatarios como Ernesto Samper, Andrés Pastrana y César Gaviria, están más preocupados por sacar a Uribe de la casa de Nariño para ubicar a uno de sus comodines, que en la gravedad del asunto. Las altas cortes o están permeadas por casos de corrupción o están convertidas en partido de oposición, para cumplir órdenes a uno de esos tres caciques.
La juventud está desorientada. Los gremios de la producción parecieran no tener claridad que lo que está en juego es la continuidad de la libre empresa y del sistema político vigente. Los congresistas ni se dan por entendidos, que dentro de las dos cámaras hay estafetas de las Farc dedicados a socavar la institucionalidad y a preparar el camino de la legitimación de los terroristas.
Los medios de comunicación están inmersos en el mar de desinformación, pero sobre todo fuera de foco. Da la sensación que desconocen el Plan Estratégico de las Farc y las intenciones del Foro de Sao Paulo, por lo tanto, no tienen un panorama claro frente a la compleja y grave agresión que se desarrolla contra Colombia y su futuro integral como nación libre, soberana e independiente.
Entretanto, los mismos mamertos que en Colombia apoyan el terrorismo y multiplican el odio anti yanqui, a menudo, viajan a los Estados Unidos y Canadá a promover que no haya TLC con Colombia y a denunciar supuestas persecuciones contra sindicalistas, pero nunca dicen que en los sindicatos hay varios terroristas de las Farc dedicados a destruir al economía nacional.
Esto indica que utilizan todas las formas de lucha para destruir el odiado capitalismo, e ingenuos, algunos de los demócratas izquierdistas del congreso estadounidense y unos académicos despistados, caen en la red del juego articulado por las Farc y del Foro de Sao Paulo, al escuchar y multiplicar los planteamientos pro farianos de los “opositores” al gobierno Uribe, que como lobos con piel de oveja, asestan puñaladas traicioneras a su “enemigo de clase” en Colombia y en Estados Unidos.
En síntesis, hay un complot en desarrollo mientras que la desinformación, el desconocimiento y la ausencia de claridad, favorecen a los conjurados, que a diario manipulan la información, pretenden legitimar a las Farc y preparan una agresión militar sincronizada en el Plan Guaicapuro.
Por estas razones y muchas más de fondo, es que el indio cocalero boliviano , el canciller brasileño y las Farc insisten en las “bases gringas en Colombia”, Chávez inventa una agresión del “imperio” contra Venezuela, y en apariencia Ortega y Correa guardan silencio y aparente amistad con Colombia, mientras tejen los hilos de la trama para la agresión sincronizada.
Al mismo tiempo el obispo rojo en el Paraguay, Mujica en Uruguay, Funes en El Salvador y la dictadura cubana, articulan el plan propagandístico continental para completar el proyecto, del cual las Farc ahora son una parte y no el eje central.
Esa es la explicación porqué los terroristas y sus cómplices insisten en el tema de las “bases gringas” en Colombia…..
Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
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Analista de asuntos estratégicos
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domingo, 10 de enero de 2010
El propósito de "Colombianos por la paz" es lograr estatus de beligerancia para las Farc
Por coronel Luis Alberto Villamarin Pulido el 10 de Enero 2010 4:42 PM
La manipulación de las Farc para liberar al cabo Moncayo tiene una explicación precisa y hace parte del plan B orquestado para finales de diciembre pasado. El plan A para dejar en libertad al suboficial, se realizaría con la complicidad de los gobiernos de Brasil y Argentina, así como la calculada intervención de Monseñor Castrillón en Roma, mas la simultánea publicación en Suecia del video de los "campesinos farianos".
La trama era perfecta y coincidía con el fin de año, cuando el espíritu navideño relaja un poco las actitudes políticas e induce a conciliar. Algo similar a la pantomima de la fallida liberación del niño Emmanuel hace un par de años.
Mediante esta jugada, las Farc pretendían utilizar el secuestro del gobernador del Caquetá como el medio de presión, para que Europa por intermediación del Vaticano les quitara el rótulo de terroristas, y así Lula, Chávez y el resto del "combo fariano" les concederían estatus de beligerancia, embajadas en sus países y total reconocimiento político.
En forma premeditada, días antes se reunió en Caracas el Movimiento Continental Bolivariano de las Farc, cuyos cabecillas expresaron abierta simpatía por el brazo armado del Partido Comunista Colombiano, con la venia de los gobernantes de los países comprometidos en una asociación para delinquir, que por enésima vez guardaron silencio frente a esta realidad geopolítica y estratégica que atenta contra la integridad institucional colombiana.
Desde luego, Chávez continuó con la amenaza de guerra y la farsa de vender la idea que la víctima es Venezuela, para justificar cualquier agresión posterior surgida de su gobierno, ya que no le funcionó la provocación de guerra contra Colombia, con la destrucción de tres puentes ubicados en pasos fronterizos.
Por esa razón, cuando dijo que las liberaciones demorarían mas de lo previsto, Piedad Córdoba no solo se integró a la reiterada manipulación y al premeditado plan fariano, sino que desautorizó a Monseñor Córdoba, quien por iluso se convirtió en ficha del plan A de las Farc y sus camaradas, cayó en la trampa y puso en entredicho tanto su credibilidad, como su seriedad, no ajena al consuetudinario deseo de figuración de sus antecesores en asuntos de mediación, para tomar algún contacto con el grupo terrorista.
Pero a los conjurados les falló el plan A. El gobernador del Caquetá fue degollado. El mundo entero se les vino encima a las Farc. Sus socios de Venezuela, Brasil, Ecuador, Nicaragua, Bolivia, Paraguay, Argentina y Uruguay, no los cuestionaron en público, pero se quedaron sin aire. El canciller brasileño Amorín que hacía parte de la conjura y coordinaba la filigrana internacional de apoyo a las Farc tanto con Olivo Saldaña en Brasilia como con sus embajadores en Europa, se vio obligado a retirar a un emisario de Bogotá y a guardar silencio discreto.
De inmediato, las Farc y sus socios activaron el Plan B. El partido Comunista Argentino, con el aval del gobierno de Cristina Kirchner, publicó en Buenos Aires la película filmada en Venezuela cerca a uno de los campamentos de Iván Márquez, la que también pretenden presentar en Suecia.
Pero, una vez mas les falló lo planeado, porque la Cancillería colombiana puso el grito en el cielo e instó por primera vez a los embajadores, a que actúen en consecuencia y eviten la audaz propaganda terrorista.
Entonces, Alfonso Cano sacó a relucir sus cartas. Puso al descubierto que los nexos de los comunistas argentinos con las Farc están en pie, y dejó traslucir, que a diferencia de la apatía del cuerpo diplomático colombiano acreditado en Estocolmo, los terroristas de civil que circulan por Europa ya contactaron al gobierno sueco, muy sensible por cierto a los temas humanitarios; los convencieron que son simples campesinos y no narcoterroristas, razón por la cual este país sería el mediador ideal para liberar a Moncayo.
Dicha mediación generaría la "sorpresiva" reacción favorable a las Farc por parte de los gobiernos del socialismo del siglo XXI en el hemisferio, para forzar la falsa negociación de paz, a partir del canje humanitario y el estatus de beligerancia de las Farc.
Esa negociación de paz sería falsa, pues el dogmatismo marxista-leninista, indica que para las Farc y sus socios del Foro de Sao Paulo, solo habrá paz en Colombia cuando los terroristas tengan el poder político en Colombia y hayan impuesto una dictadura comunista afín a Chávez, Morales, Lula etc.
Por lo tanto, "Colombianos por la paz" grupo del que hacen parte varios miembros del Partido Comunista Clandestino de las Farc, amparados en las bondades de la democracia que pretenden degollar como hicieron con el gobernador del Caquetá; solo busca la legitimación política de las Farc no la liberación de los secuestrados.
Este grupo del que también hacen parte varios idiotas útiles de las Farc, que ansiosos por sacar a Uribe e impedir su reelección, obran como marionetas de los terroristas; actúa en consonancia con el Foro de Sao Paulo, el Movimiento Continental Bolivariano, los proyectos del Plan Renacer de las Farc y los "coincidentes planteamientos" de los camaradas del semanario Voz, órgano de difusión oficial del Partido Comunista Colombiano.
En ese orden de ideas, la militancia de Alán Jara en Colombianos por la Paz no es gratuita. El, Sigifredo López, Luis Eladio Pérez y Gechem fueron liberados con instrucciones precisas de hacer campaña para el Congreso, conseguir la curul y presionar desde allí el acuerdo humanitario, para lograr el siguiente paso del estatus de beligerancia fariana.
No hay lugar para ser tan ingenuos al pensar que un grupo terrorista que masacra sin compasión a once magistrados y luego miente con total cinismo, que secuestra y degüella a un gobernador, que juega con el dolor de la madre del mayor Guevara, que envenena acueductos municipales, que lanza cilindros contra una capilla llena de feligreses en Bojayá, que incendia automotores con ocupantes adentro, que masacra a 33 campesinos en La Gabarra, que fusila a sus compinches, que trafica coca y que ha mentido tantas veces, hubiera liberado a los dirigentes políticos enunciados, sin haberlos comprometido a nada.
Además, sería muy ingenuo creer que esas liberaciones fueron de buena fe, cuando han manipulado tanto con la liberación del cabo Moncayo y los demás secuestrados.
Un indicio de esta realidad, es que recién liberado Eladio Pérez hablaba incansable que tenía la fórmula secreta para el intercambio humanitario con participación de varios gobiernos, pero pocos días después de su liberación murió Raúl Reyes y en los computadores que le incautaron, quedó demostrado que el audaz plan de paz de Pérez, no era más que la imposición a este mensajero casual, de lo acordado por Chávez e Iván Márquez en el Palacio de Miraflores,
En síntesis, La propuesta de poner a Suecia como mediador obedece a buscar que la Unión Europea con participación incluida del Vaticano, retire el rótulo de terroristas a las Farc, mientras "Colombianos por la paz", sigue inmerso en el objetivo para el cual lo crearon los comisarios políticos de las Farc, es decir, buscar el estatus de beligerancia para los terroristas.
Esto explica las declaraciones de Iván Cepeda cuando dice que con el degüello del Gobernador del Caquetá, las Farc no son terroristas sino que cometieron un crimen de guerra, es decir que desde esa óptica son un ejército.
Tal posición coincide con los expuesto por los terroristas reunidos en Caracas con el nombre de Movimiento Continental Bolivariano, el silencio cómplice de los mandatarios de Unasur vinculados al socialismo del siglo XXI, la continua amenaza de Chávez contra Colombia, y el desespero de las Farc por conseguir estatus político, antes que los aviones Super-tucano terminen de eliminar a sus cabecillas.
De remate, ya las Farc no actúan solas. Su operatividad va en consonancia con un impulso internacional, del cual hacen parte los miembros del Foro de Sao Paulo y todos los comunistas latinoamericanos, pero por desgracia, los afectados tanto en Colombia como en Estados Unidos no quieren ver así.
Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
Analista de asuntos estratégicos
www.luisvillamarin.com
La manipulación de las Farc para liberar al cabo Moncayo tiene una explicación precisa y hace parte del plan B orquestado para finales de diciembre pasado. El plan A para dejar en libertad al suboficial, se realizaría con la complicidad de los gobiernos de Brasil y Argentina, así como la calculada intervención de Monseñor Castrillón en Roma, mas la simultánea publicación en Suecia del video de los "campesinos farianos".
La trama era perfecta y coincidía con el fin de año, cuando el espíritu navideño relaja un poco las actitudes políticas e induce a conciliar. Algo similar a la pantomima de la fallida liberación del niño Emmanuel hace un par de años.
Mediante esta jugada, las Farc pretendían utilizar el secuestro del gobernador del Caquetá como el medio de presión, para que Europa por intermediación del Vaticano les quitara el rótulo de terroristas, y así Lula, Chávez y el resto del "combo fariano" les concederían estatus de beligerancia, embajadas en sus países y total reconocimiento político.
En forma premeditada, días antes se reunió en Caracas el Movimiento Continental Bolivariano de las Farc, cuyos cabecillas expresaron abierta simpatía por el brazo armado del Partido Comunista Colombiano, con la venia de los gobernantes de los países comprometidos en una asociación para delinquir, que por enésima vez guardaron silencio frente a esta realidad geopolítica y estratégica que atenta contra la integridad institucional colombiana.
Desde luego, Chávez continuó con la amenaza de guerra y la farsa de vender la idea que la víctima es Venezuela, para justificar cualquier agresión posterior surgida de su gobierno, ya que no le funcionó la provocación de guerra contra Colombia, con la destrucción de tres puentes ubicados en pasos fronterizos.
Por esa razón, cuando dijo que las liberaciones demorarían mas de lo previsto, Piedad Córdoba no solo se integró a la reiterada manipulación y al premeditado plan fariano, sino que desautorizó a Monseñor Córdoba, quien por iluso se convirtió en ficha del plan A de las Farc y sus camaradas, cayó en la trampa y puso en entredicho tanto su credibilidad, como su seriedad, no ajena al consuetudinario deseo de figuración de sus antecesores en asuntos de mediación, para tomar algún contacto con el grupo terrorista.
Pero a los conjurados les falló el plan A. El gobernador del Caquetá fue degollado. El mundo entero se les vino encima a las Farc. Sus socios de Venezuela, Brasil, Ecuador, Nicaragua, Bolivia, Paraguay, Argentina y Uruguay, no los cuestionaron en público, pero se quedaron sin aire. El canciller brasileño Amorín que hacía parte de la conjura y coordinaba la filigrana internacional de apoyo a las Farc tanto con Olivo Saldaña en Brasilia como con sus embajadores en Europa, se vio obligado a retirar a un emisario de Bogotá y a guardar silencio discreto.
De inmediato, las Farc y sus socios activaron el Plan B. El partido Comunista Argentino, con el aval del gobierno de Cristina Kirchner, publicó en Buenos Aires la película filmada en Venezuela cerca a uno de los campamentos de Iván Márquez, la que también pretenden presentar en Suecia.
Pero, una vez mas les falló lo planeado, porque la Cancillería colombiana puso el grito en el cielo e instó por primera vez a los embajadores, a que actúen en consecuencia y eviten la audaz propaganda terrorista.
Entonces, Alfonso Cano sacó a relucir sus cartas. Puso al descubierto que los nexos de los comunistas argentinos con las Farc están en pie, y dejó traslucir, que a diferencia de la apatía del cuerpo diplomático colombiano acreditado en Estocolmo, los terroristas de civil que circulan por Europa ya contactaron al gobierno sueco, muy sensible por cierto a los temas humanitarios; los convencieron que son simples campesinos y no narcoterroristas, razón por la cual este país sería el mediador ideal para liberar a Moncayo.
Dicha mediación generaría la "sorpresiva" reacción favorable a las Farc por parte de los gobiernos del socialismo del siglo XXI en el hemisferio, para forzar la falsa negociación de paz, a partir del canje humanitario y el estatus de beligerancia de las Farc.
Esa negociación de paz sería falsa, pues el dogmatismo marxista-leninista, indica que para las Farc y sus socios del Foro de Sao Paulo, solo habrá paz en Colombia cuando los terroristas tengan el poder político en Colombia y hayan impuesto una dictadura comunista afín a Chávez, Morales, Lula etc.
Por lo tanto, "Colombianos por la paz" grupo del que hacen parte varios miembros del Partido Comunista Clandestino de las Farc, amparados en las bondades de la democracia que pretenden degollar como hicieron con el gobernador del Caquetá; solo busca la legitimación política de las Farc no la liberación de los secuestrados.
Este grupo del que también hacen parte varios idiotas útiles de las Farc, que ansiosos por sacar a Uribe e impedir su reelección, obran como marionetas de los terroristas; actúa en consonancia con el Foro de Sao Paulo, el Movimiento Continental Bolivariano, los proyectos del Plan Renacer de las Farc y los "coincidentes planteamientos" de los camaradas del semanario Voz, órgano de difusión oficial del Partido Comunista Colombiano.
En ese orden de ideas, la militancia de Alán Jara en Colombianos por la Paz no es gratuita. El, Sigifredo López, Luis Eladio Pérez y Gechem fueron liberados con instrucciones precisas de hacer campaña para el Congreso, conseguir la curul y presionar desde allí el acuerdo humanitario, para lograr el siguiente paso del estatus de beligerancia fariana.
No hay lugar para ser tan ingenuos al pensar que un grupo terrorista que masacra sin compasión a once magistrados y luego miente con total cinismo, que secuestra y degüella a un gobernador, que juega con el dolor de la madre del mayor Guevara, que envenena acueductos municipales, que lanza cilindros contra una capilla llena de feligreses en Bojayá, que incendia automotores con ocupantes adentro, que masacra a 33 campesinos en La Gabarra, que fusila a sus compinches, que trafica coca y que ha mentido tantas veces, hubiera liberado a los dirigentes políticos enunciados, sin haberlos comprometido a nada.
Además, sería muy ingenuo creer que esas liberaciones fueron de buena fe, cuando han manipulado tanto con la liberación del cabo Moncayo y los demás secuestrados.
Un indicio de esta realidad, es que recién liberado Eladio Pérez hablaba incansable que tenía la fórmula secreta para el intercambio humanitario con participación de varios gobiernos, pero pocos días después de su liberación murió Raúl Reyes y en los computadores que le incautaron, quedó demostrado que el audaz plan de paz de Pérez, no era más que la imposición a este mensajero casual, de lo acordado por Chávez e Iván Márquez en el Palacio de Miraflores,
En síntesis, La propuesta de poner a Suecia como mediador obedece a buscar que la Unión Europea con participación incluida del Vaticano, retire el rótulo de terroristas a las Farc, mientras "Colombianos por la paz", sigue inmerso en el objetivo para el cual lo crearon los comisarios políticos de las Farc, es decir, buscar el estatus de beligerancia para los terroristas.
Esto explica las declaraciones de Iván Cepeda cuando dice que con el degüello del Gobernador del Caquetá, las Farc no son terroristas sino que cometieron un crimen de guerra, es decir que desde esa óptica son un ejército.
Tal posición coincide con los expuesto por los terroristas reunidos en Caracas con el nombre de Movimiento Continental Bolivariano, el silencio cómplice de los mandatarios de Unasur vinculados al socialismo del siglo XXI, la continua amenaza de Chávez contra Colombia, y el desespero de las Farc por conseguir estatus político, antes que los aviones Super-tucano terminen de eliminar a sus cabecillas.
De remate, ya las Farc no actúan solas. Su operatividad va en consonancia con un impulso internacional, del cual hacen parte los miembros del Foro de Sao Paulo y todos los comunistas latinoamericanos, pero por desgracia, los afectados tanto en Colombia como en Estados Unidos no quieren ver así.
Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
Analista de asuntos estratégicos
www.luisvillamarin.com
El propósito de "Colombianos por la paz" es lograr estatus de beligerancia para las Farc
La manipulación de las Farc para liberar al cabo Moncayo tiene una explicación precisa y hace parte del plan B orquestado para finales de diciembre pasado. El plan A para dejar en libertad al suboficial, se realizaría con la complicidad de los gobiernos de Brasil y Argentina, así como la calculada intervención de Monseñor Castrillón en Roma, mas la simultánea publicación en Suecia del video de los "campesinos farianos".
La trama era perfecta y coincidía con el fin de año, cuando el espíritu navideño relaja un poco las actitudes políticas e induce a conciliar. Algo similar a la pantomima de la fallida liberación del niño Emmanuel hace un par de años.
Mediante esta jugada, las Farc pretendían utilizar el secuestro del gobernador del Caquetá como el medio de presión, para que Europa por intermediación del Vaticano les quitara el rótulo de terroristas, y así Lula, Chávez y el resto del "combo fariano" les concederían estatus de beligerancia, embajadas en sus países y total reconocimiento político.
En forma premeditada, días antes se reunió en Caracas el Movimiento Continental Bolivariano de las Farc, cuyos cabecillas expresaron abierta simpatía por el brazo armado del Partido Comunista Colombiano, con la venia de los gobernantes de los países comprometidos en una asociación para delinquir, que por enésima vez guardaron silencio frente a esta realidad geopolítica y estratégica que atenta contra la integridad institucional colombiana.
Desde luego, Chávez continuó con la amenaza de guerra y la farsa de vender la idea que la víctima es Venezuela, para justificar cualquier agresión posterior surgida de su gobierno, ya que no le funcionó la provocación de guerra contra Colombia, con la destrucción de tres puentes ubicados en pasos fronterizos.
Por esa razón, cuando dijo que las liberaciones demorarían mas de lo previsto, Piedad Córdoba no solo se integró a la reiterada manipulación y al premeditado plan fariano, sino que desautorizó a Monseñor Córdoba, quien por iluso se convirtió en ficha del plan A de las Farc y sus camaradas, cayó en la trampa y puso en entredicho tanto su credibilidad, como su seriedad, no ajena al consuetudinario deseo de figuración de sus antecesores en asuntos de mediación, para tomar algún contacto con el grupo terrorista.
Pero a los conjurados les falló el plan A. El gobernador del Caquetá fue degollado. El mundo entero se les vino encima a las Farc. Sus socios de Venezuela, Brasil, Ecuador, Nicaragua, Bolivia, Paraguay, Argentina y Uruguay, no los cuestionaron en público, pero se quedaron sin aire. El canciller brasileño Amorín que hacía parte de la conjura y coordinaba la filigrana internacional de apoyo a las Farc tanto con Olivo Saldaña en Brasilia como con sus embajadores en Europa, se vio obligado a retirar a un emisario de Bogotá y a guardar silencio discreto.
De inmediato, las Farc y sus socios activaron el Plan B. El partido Comunista Argentino, con el aval del gobierno de Cristina Kirchner, publicó en Buenos Aires la película filmada en Venezuela cerca a uno de los campamentos de Iván Márquez, la que también pretenden presentar en Suecia.
Pero, una vez mas les falló lo planeado, porque la Cancillería colombiana puso el grito en el cielo e instó por primera vez a los embajadores, a que actúen en consecuencia y eviten la audaz propaganda terrorista.
Entonces, Alfonso Cano sacó a relucir sus cartas. Puso al descubierto que los nexos de los comunistas argentinos con las Farc están en pie, y dejó traslucir, que a diferencia de la apatía del cuerpo diplomático colombiano acreditado en Estocolmo, los terroristas de civil que circulan por Europa ya contactaron al gobierno sueco, muy sensible por cierto a los temas humanitarios; los convencieron que son simples campesinos y no narcoterroristas, razón por la cual este país sería el mediador ideal para liberar a Moncayo.
Dicha mediación generaría la "sorpresiva" reacción favorable a las Farc por parte de los gobiernos del socialismo del siglo XXI en el hemisferio, para forzar la falsa negociación de paz, a partir del canje humanitario y el estatus de beligerancia de las Farc.
Esa negociación de paz sería falsa, pues el dogmatismo marxista-leninista, indica que para las Farc y sus socios del Foro de Sao Paulo, solo habrá paz en Colombia cuando los terroristas tengan el poder político en Colombia y hayan impuesto una dictadura comunista afín a Chávez, Morales, Lula etc.
Por lo tanto, "Colombianos por la paz" grupo del que hacen parte varios miembros del Partido Comunista Clandestino de las Farc, amparados en las bondades de la democracia que pretenden degollar como hicieron con el gobernador del Caquetá; solo busca la legitimación política de las Farc no la liberación de los secuestrados.
Este grupo del que también hacen parte varios idiotas útiles de las Farc, que ansiosos por sacar a Uribe e impedir su reelección, obran como marionetas de los terroristas; actúa en consonancia con el Foro de Sao Paulo, el Movimiento Continental Bolivariano, los proyectos del Plan Renacer de las Farc y los "coincidentes planteamientos" de los camaradas del semanario Voz, órgano de difusión oficial del Partido Comunista Colombiano.
En ese orden de ideas, la militancia de Alán Jara en Colombianos por la Paz no es gratuita. El, Sigifredo López, Luis Eladio Pérez y Gechem fueron liberados con instrucciones precisas de hacer campaña para el Congreso, conseguir la curul y presionar desde allí el acuerdo humanitario, para lograr el siguiente paso del estatus de beligerancia fariana.
No hay lugar para ser tan ingenuos al pensar que un grupo terrorista que masacra sin compasión a once magistrados y luego miente con total cinismo, que secuestra y degüella a un gobernador, que juega con el dolor de la madre del mayor Guevara, que envenena acueductos municipales, que lanza cilindros contra una capilla llena de feligreses en Bojayá, que incendia automotores con ocupantes adentro, que masacra a 33 campesinos en La Gabarra, que fusila a sus compinches, que trafica coca y que ha mentido tantas veces, hubiera liberado a los dirigentes políticos enunciados, sin haberlos comprometido a nada.
Además, sería muy ingenuo creer que esas liberaciones fueron de buena fe, cuando han manipulado tanto con la liberación del cabo Moncayo y los demás secuestrados.
Un indicio de esta realidad, es que recién liberado Eladio Pérez hablaba incansable que tenía la fórmula secreta para el intercambio humanitario con participación de varios gobiernos, pero pocos días después de su liberación murió Raúl Reyes y en los computadores que le incautaron, quedó demostrado que el audaz plan de paz de Pérez, no era más que la imposición a este mensajero casual, de lo acordado por Chávez e Iván Márquez en el Palacio de Miraflores,
En síntesis, La propuesta de poner a Suecia como mediador obedece a buscar que la Unión Europea con participación incluida del Vaticano, retire el rótulo de terroristas a las Farc, mientras "Colombianos por la paz", sigue inmerso en el objetivo para el cual lo crearon los comisarios políticos de las Farc, es decir, buscar el estatus de beligerancia para los terroristas.
Esto explica las declaraciones de Iván Cepeda cuando dice que con el degüello del Gobernador del Caquetá, las Farc no son terroristas sino que cometieron un crimen de guerra, es decir que desde esa óptica son un ejército.
Tal posición coincide con los expuesto por los terroristas reunidos en Caracas con el nombre de Movimiento Continental Bolivariano, el silencio cómplice de los mandatarios de Unasur vinculados al socialismo del siglo XXI, la continua amenaza de Chávez contra Colombia, y el desespero de las Farc por conseguir estatus político, antes que los aviones Super-tucano terminen de eliminar a sus cabecillas.
De remate, ya las Farc no actúan solas. Su operatividad va en consonancia con un impulso internacional, del cual hacen parte los miembros del Foro de Sao Paulo y todos los comunistas latinoamericanos, pero por desgracia, los afectados tanto en Colombia como en Estados Unidos no quieren ver así.
Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
Analista de asuntos estratégicos
www.luisvillamarin.com
La trama era perfecta y coincidía con el fin de año, cuando el espíritu navideño relaja un poco las actitudes políticas e induce a conciliar. Algo similar a la pantomima de la fallida liberación del niño Emmanuel hace un par de años.
Mediante esta jugada, las Farc pretendían utilizar el secuestro del gobernador del Caquetá como el medio de presión, para que Europa por intermediación del Vaticano les quitara el rótulo de terroristas, y así Lula, Chávez y el resto del "combo fariano" les concederían estatus de beligerancia, embajadas en sus países y total reconocimiento político.
En forma premeditada, días antes se reunió en Caracas el Movimiento Continental Bolivariano de las Farc, cuyos cabecillas expresaron abierta simpatía por el brazo armado del Partido Comunista Colombiano, con la venia de los gobernantes de los países comprometidos en una asociación para delinquir, que por enésima vez guardaron silencio frente a esta realidad geopolítica y estratégica que atenta contra la integridad institucional colombiana.
Desde luego, Chávez continuó con la amenaza de guerra y la farsa de vender la idea que la víctima es Venezuela, para justificar cualquier agresión posterior surgida de su gobierno, ya que no le funcionó la provocación de guerra contra Colombia, con la destrucción de tres puentes ubicados en pasos fronterizos.
Por esa razón, cuando dijo que las liberaciones demorarían mas de lo previsto, Piedad Córdoba no solo se integró a la reiterada manipulación y al premeditado plan fariano, sino que desautorizó a Monseñor Córdoba, quien por iluso se convirtió en ficha del plan A de las Farc y sus camaradas, cayó en la trampa y puso en entredicho tanto su credibilidad, como su seriedad, no ajena al consuetudinario deseo de figuración de sus antecesores en asuntos de mediación, para tomar algún contacto con el grupo terrorista.
Pero a los conjurados les falló el plan A. El gobernador del Caquetá fue degollado. El mundo entero se les vino encima a las Farc. Sus socios de Venezuela, Brasil, Ecuador, Nicaragua, Bolivia, Paraguay, Argentina y Uruguay, no los cuestionaron en público, pero se quedaron sin aire. El canciller brasileño Amorín que hacía parte de la conjura y coordinaba la filigrana internacional de apoyo a las Farc tanto con Olivo Saldaña en Brasilia como con sus embajadores en Europa, se vio obligado a retirar a un emisario de Bogotá y a guardar silencio discreto.
De inmediato, las Farc y sus socios activaron el Plan B. El partido Comunista Argentino, con el aval del gobierno de Cristina Kirchner, publicó en Buenos Aires la película filmada en Venezuela cerca a uno de los campamentos de Iván Márquez, la que también pretenden presentar en Suecia.
Pero, una vez mas les falló lo planeado, porque la Cancillería colombiana puso el grito en el cielo e instó por primera vez a los embajadores, a que actúen en consecuencia y eviten la audaz propaganda terrorista.
Entonces, Alfonso Cano sacó a relucir sus cartas. Puso al descubierto que los nexos de los comunistas argentinos con las Farc están en pie, y dejó traslucir, que a diferencia de la apatía del cuerpo diplomático colombiano acreditado en Estocolmo, los terroristas de civil que circulan por Europa ya contactaron al gobierno sueco, muy sensible por cierto a los temas humanitarios; los convencieron que son simples campesinos y no narcoterroristas, razón por la cual este país sería el mediador ideal para liberar a Moncayo.
Dicha mediación generaría la "sorpresiva" reacción favorable a las Farc por parte de los gobiernos del socialismo del siglo XXI en el hemisferio, para forzar la falsa negociación de paz, a partir del canje humanitario y el estatus de beligerancia de las Farc.
Esa negociación de paz sería falsa, pues el dogmatismo marxista-leninista, indica que para las Farc y sus socios del Foro de Sao Paulo, solo habrá paz en Colombia cuando los terroristas tengan el poder político en Colombia y hayan impuesto una dictadura comunista afín a Chávez, Morales, Lula etc.
Por lo tanto, "Colombianos por la paz" grupo del que hacen parte varios miembros del Partido Comunista Clandestino de las Farc, amparados en las bondades de la democracia que pretenden degollar como hicieron con el gobernador del Caquetá; solo busca la legitimación política de las Farc no la liberación de los secuestrados.
Este grupo del que también hacen parte varios idiotas útiles de las Farc, que ansiosos por sacar a Uribe e impedir su reelección, obran como marionetas de los terroristas; actúa en consonancia con el Foro de Sao Paulo, el Movimiento Continental Bolivariano, los proyectos del Plan Renacer de las Farc y los "coincidentes planteamientos" de los camaradas del semanario Voz, órgano de difusión oficial del Partido Comunista Colombiano.
En ese orden de ideas, la militancia de Alán Jara en Colombianos por la Paz no es gratuita. El, Sigifredo López, Luis Eladio Pérez y Gechem fueron liberados con instrucciones precisas de hacer campaña para el Congreso, conseguir la curul y presionar desde allí el acuerdo humanitario, para lograr el siguiente paso del estatus de beligerancia fariana.
No hay lugar para ser tan ingenuos al pensar que un grupo terrorista que masacra sin compasión a once magistrados y luego miente con total cinismo, que secuestra y degüella a un gobernador, que juega con el dolor de la madre del mayor Guevara, que envenena acueductos municipales, que lanza cilindros contra una capilla llena de feligreses en Bojayá, que incendia automotores con ocupantes adentro, que masacra a 33 campesinos en La Gabarra, que fusila a sus compinches, que trafica coca y que ha mentido tantas veces, hubiera liberado a los dirigentes políticos enunciados, sin haberlos comprometido a nada.
Además, sería muy ingenuo creer que esas liberaciones fueron de buena fe, cuando han manipulado tanto con la liberación del cabo Moncayo y los demás secuestrados.
Un indicio de esta realidad, es que recién liberado Eladio Pérez hablaba incansable que tenía la fórmula secreta para el intercambio humanitario con participación de varios gobiernos, pero pocos días después de su liberación murió Raúl Reyes y en los computadores que le incautaron, quedó demostrado que el audaz plan de paz de Pérez, no era más que la imposición a este mensajero casual, de lo acordado por Chávez e Iván Márquez en el Palacio de Miraflores,
En síntesis, La propuesta de poner a Suecia como mediador obedece a buscar que la Unión Europea con participación incluida del Vaticano, retire el rótulo de terroristas a las Farc, mientras "Colombianos por la paz", sigue inmerso en el objetivo para el cual lo crearon los comisarios políticos de las Farc, es decir, buscar el estatus de beligerancia para los terroristas.
Esto explica las declaraciones de Iván Cepeda cuando dice que con el degüello del Gobernador del Caquetá, las Farc no son terroristas sino que cometieron un crimen de guerra, es decir que desde esa óptica son un ejército.
Tal posición coincide con los expuesto por los terroristas reunidos en Caracas con el nombre de Movimiento Continental Bolivariano, el silencio cómplice de los mandatarios de Unasur vinculados al socialismo del siglo XXI, la continua amenaza de Chávez contra Colombia, y el desespero de las Farc por conseguir estatus político, antes que los aviones Super-tucano terminen de eliminar a sus cabecillas.
De remate, ya las Farc no actúan solas. Su operatividad va en consonancia con un impulso internacional, del cual hacen parte los miembros del Foro de Sao Paulo y todos los comunistas latinoamericanos, pero por desgracia, los afectados tanto en Colombia como en Estados Unidos no quieren ver así.
Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
Analista de asuntos estratégicos
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sábado, 26 de diciembre de 2009
Quijotesca mediación de Monseñor Castillón, unión Farc-Eln y resurgimiento del terrorismo urbano.
A partir del momento en que las Farc entraron al Foro de Sao Paulo, la agresión comunista contra Colombia dejó de ser local y se convirtió en hemisférica, con sobredosis de propaganda internacional, reclutamiento de militantes para la Coordinadora Continental Bolivariana y posibilidad para que los terroristas busquen estatus de beligerancia en todo el planeta.
Todo indica que los acontecimientos recientes no son aislados. La ya recurrente payasada de los mal llamados “colombianos por la paz,” que descaradamente sirven de multiplicadores a la siniestra manipulación de las Farc para liberar los secuestrados, sumada con el anuncio de fusión del Eln y las Farc (equivocadamente desechado por el novato Mindefensa y minimizado por el alto mando militar), la resurrección del terrorismo urbano con el secuestro y asesinato del gobernador del Caquetá, las desafiantes declaraciones del canciller brasileño Celso Amorín acerca de la presencia militar gringa en Colombia, y la quijotesca sugerencia de Monseñor Castrillón, denotan un giro estratégico de las Farc y sus cómplices, empeñados en sacar a Uribe del camino y conducir a Colombia hacia el socialismo castro-chavista.
Dentro y fuera de Colombia, los comunistas son conscientes que las Farc están en un mal momento militar, por esa razón forzaron la fusión con el Eln, mediante la cual pretende reestructurar y reforzar las cuadrillas para recuperar zonas de donde fueron desalojados, al igual que, tener una fuerza guerrillera fuerte para apoyar a su cómplice Hugo Chávez, en el momento en que decida atacar a Colombia, para forzar la entrada de su arcaica ideología política y de paso reconocer como sus aliados militares y políticos a los terroristas colombianos y sus reconocidos padrinos políticos.
Entretanto los gobiernos comunistas de Lula, Correa, Evo Morales, Daniel Ortega, la Kirchner y el obispo rojo en el Paraguay, se oponen a la presencia militar norteamericana, porque tienen en ciernes el plan de otorgar estatus de beligerancia a las Farc, sea que ocurra la cada día más inminente agresión armada chavista contra Colombia, o sea que la Unión Europea de cabida a que en su territorio se negocie la liberación de los secuestrados, con el implícito reconocimiento político y supresión del calificativo de terroristas a las Farc.
Desde hace unos meses Monseñor Castrillón anda de mediador y de facilitador. Los contactos han sido hechos con terroristas del Eln residentes en Europa, muy cercanos a un importante sector de la iglesia católica y por bandidos de las Farc, que asilados o agazapados con identidades falsas portan pasaportes venezolanos o ecuatorianos expedidos legítimamente y a conciencia por las respectivas cancillerías de esos países, viajan por Europa como Pedro por su casa e inclusive tienen mucha cercanía con politiqueros en la sede de gobierno francesa, algunos despistados parlamentarios europeos y miembros de los partidos comunistas de España, Francia, Italia, Dinamarca, Noruega, Suecia, Suiza y Grecia.
El cobarde y demencial asesinato del secuestrado gobernador del Caquetá, se convirtió en la pieza que le falló a la estrategia publicitaria y propagandista montada por las Farc, Lula y sus demás secuaces. La idea era siniestra. Con el Gobernador secuestrado y ante la mentirosa proximidad de la liberación de Moncayo, las Farc pedirían desde Europa, como condición única para iniciar la liberación de los secuestrados, la supresión del calificativo de terroristas, el reconocimiento de estatus de beligerancia y la iniciación de un farsante mesa de diálogo para aclimatar la supuesta paz, mientras Chávez los ayuda a instalarse en las posiciones claves de gobierno.
Esa es la razón para que la vocera fariana incrustada en el grupo de Danielito el travieso y demás idiotas útiles de las Farc, se hiciera la desentendida y manifestara no tener conocimiento de las fechas de las liberaciones.
Esa es la misma razón para boquisuelto Monseñor Córdoba anunciara pavos y cenas navideñas en las casas de las víctimas. Es la misma razón, para que los mal llamados “Colombianos por la Paz”, después de no “saber nada”, anunciaran por medio de su locuaz vocera, que las liberaciones de Moncayo y Calvo se producirían en Enero.
La explicación es sencilla, todo esto se haría con un gobernador secuestrado y los camaradas de las Farc, presionando en foros internacionales el acuerdo humanitario ya, así como la estulticia de Monseñor Castrillón, sirviendo de juguete útil a la maniobra político-estratégica de las Farc y el Foro de Sao Paulo.
Pero el plan terrorista falló. La reacción inmediata de las Fuerza Militares acorraló a los secuestradores del Gobernador. Sanguinarios y despiadados, los sicarios degollaron a la víctima y de paso decapitaron una jugada maestra, craneada en Brasilia por Amorín, los delegados de las Farc y del gobierno venezolano.
Desesperados por no perder la pantalla política, los terroristas forzaron a Monseñor Castrillón a dar la "buena nueva" que se va a reunir con el delegado de Cano, porque esa es otra carta que les queda. Es por esa razón que Amorín se vio obligado a payasear con el cuento de las bases gringas, pese a que él y su jefe Lula, saben que no son bases gringas sino personal militar norteamericano dentro de bases militares colombianas que ya existen. Que falta hace que la cancillería y el gobierno colombiano, exijan a Lula que mande a callar a ese bocón.
Una vez mas, igual que sucedió para esta misma época con el caso de Emmanuel el hijo de Clara Rojas, la razón está de lado del gobierno nacional. Pero claro, falta la acción diplomática masiva de embajadores, cónsules y demás plenipotenciarios para que el mundo entero deduzca cuales son las verdaderas intenciones del Foro de Sao Paulo, pues ya las Farc no actúan solas, ni se manejan solas, sino que son interdependientes del proyecto totalitario comunista que articulan todos los que hacen parte del Complot contra Colombia. Dentro y fuera del país.
Lo malo y lo feo del asunto es que los militares y policías continúan secuestrados, y esta situación favorece la estupidez funcional del profesor Moncayo, que no solo ataca al presidente Uribe con igual nivel de imbecilidad al que desataba la mamá de Ingrid Betancur, sino que le dio el embeleco de lanzarse al Congreso por las listas del Polo, es decir de la misma agrupación donde militan algunos de los estafetas de las Farc, dizque para presionar el canje humanitario.
Hay dos opciones, o que las neuronas no le dan a Moncayo para entender que las Farc y los mal llamados “colombianos por la paz”, están jugando con su dolor, o es que por desgracia, al aceptar militancia en el Polo, en realidad Moncayo pertenece a la izquierda pro chavista, y su actuación es consciente para favorece el proyecto totalitario comunista contra Colombia.
Lo cierto es que el gobierno nacional tiene que andar con pies de plomo en el caso de la "buena nueva" de Monseñor Castrillón, pues este gesto de paz fariano, no deja de ser otro intento de encerrona del Foro de Sao Paulo, que está adolorido porque sus mandatarios no han podido crucificar a Uribe en Unasur, y ahora tienden otra atarraya y otros anzuelos en otro escenario geopolítico, para ver si logran abrir el camino hacia el estatus de beligerancia de las Farc y la aclimatación en Colombia, de un gobierno títere de transición hacia el comunismo chavista, a partir del 7 de agosto de 2010.
Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
www.luisvillamarin.com
Analista de asuntos estratégicos
Todo indica que los acontecimientos recientes no son aislados. La ya recurrente payasada de los mal llamados “colombianos por la paz,” que descaradamente sirven de multiplicadores a la siniestra manipulación de las Farc para liberar los secuestrados, sumada con el anuncio de fusión del Eln y las Farc (equivocadamente desechado por el novato Mindefensa y minimizado por el alto mando militar), la resurrección del terrorismo urbano con el secuestro y asesinato del gobernador del Caquetá, las desafiantes declaraciones del canciller brasileño Celso Amorín acerca de la presencia militar gringa en Colombia, y la quijotesca sugerencia de Monseñor Castrillón, denotan un giro estratégico de las Farc y sus cómplices, empeñados en sacar a Uribe del camino y conducir a Colombia hacia el socialismo castro-chavista.
Dentro y fuera de Colombia, los comunistas son conscientes que las Farc están en un mal momento militar, por esa razón forzaron la fusión con el Eln, mediante la cual pretende reestructurar y reforzar las cuadrillas para recuperar zonas de donde fueron desalojados, al igual que, tener una fuerza guerrillera fuerte para apoyar a su cómplice Hugo Chávez, en el momento en que decida atacar a Colombia, para forzar la entrada de su arcaica ideología política y de paso reconocer como sus aliados militares y políticos a los terroristas colombianos y sus reconocidos padrinos políticos.
Entretanto los gobiernos comunistas de Lula, Correa, Evo Morales, Daniel Ortega, la Kirchner y el obispo rojo en el Paraguay, se oponen a la presencia militar norteamericana, porque tienen en ciernes el plan de otorgar estatus de beligerancia a las Farc, sea que ocurra la cada día más inminente agresión armada chavista contra Colombia, o sea que la Unión Europea de cabida a que en su territorio se negocie la liberación de los secuestrados, con el implícito reconocimiento político y supresión del calificativo de terroristas a las Farc.
Desde hace unos meses Monseñor Castrillón anda de mediador y de facilitador. Los contactos han sido hechos con terroristas del Eln residentes en Europa, muy cercanos a un importante sector de la iglesia católica y por bandidos de las Farc, que asilados o agazapados con identidades falsas portan pasaportes venezolanos o ecuatorianos expedidos legítimamente y a conciencia por las respectivas cancillerías de esos países, viajan por Europa como Pedro por su casa e inclusive tienen mucha cercanía con politiqueros en la sede de gobierno francesa, algunos despistados parlamentarios europeos y miembros de los partidos comunistas de España, Francia, Italia, Dinamarca, Noruega, Suecia, Suiza y Grecia.
El cobarde y demencial asesinato del secuestrado gobernador del Caquetá, se convirtió en la pieza que le falló a la estrategia publicitaria y propagandista montada por las Farc, Lula y sus demás secuaces. La idea era siniestra. Con el Gobernador secuestrado y ante la mentirosa proximidad de la liberación de Moncayo, las Farc pedirían desde Europa, como condición única para iniciar la liberación de los secuestrados, la supresión del calificativo de terroristas, el reconocimiento de estatus de beligerancia y la iniciación de un farsante mesa de diálogo para aclimatar la supuesta paz, mientras Chávez los ayuda a instalarse en las posiciones claves de gobierno.
Esa es la razón para que la vocera fariana incrustada en el grupo de Danielito el travieso y demás idiotas útiles de las Farc, se hiciera la desentendida y manifestara no tener conocimiento de las fechas de las liberaciones.
Esa es la misma razón para boquisuelto Monseñor Córdoba anunciara pavos y cenas navideñas en las casas de las víctimas. Es la misma razón, para que los mal llamados “Colombianos por la Paz”, después de no “saber nada”, anunciaran por medio de su locuaz vocera, que las liberaciones de Moncayo y Calvo se producirían en Enero.
La explicación es sencilla, todo esto se haría con un gobernador secuestrado y los camaradas de las Farc, presionando en foros internacionales el acuerdo humanitario ya, así como la estulticia de Monseñor Castrillón, sirviendo de juguete útil a la maniobra político-estratégica de las Farc y el Foro de Sao Paulo.
Pero el plan terrorista falló. La reacción inmediata de las Fuerza Militares acorraló a los secuestradores del Gobernador. Sanguinarios y despiadados, los sicarios degollaron a la víctima y de paso decapitaron una jugada maestra, craneada en Brasilia por Amorín, los delegados de las Farc y del gobierno venezolano.
Desesperados por no perder la pantalla política, los terroristas forzaron a Monseñor Castrillón a dar la "buena nueva" que se va a reunir con el delegado de Cano, porque esa es otra carta que les queda. Es por esa razón que Amorín se vio obligado a payasear con el cuento de las bases gringas, pese a que él y su jefe Lula, saben que no son bases gringas sino personal militar norteamericano dentro de bases militares colombianas que ya existen. Que falta hace que la cancillería y el gobierno colombiano, exijan a Lula que mande a callar a ese bocón.
Una vez mas, igual que sucedió para esta misma época con el caso de Emmanuel el hijo de Clara Rojas, la razón está de lado del gobierno nacional. Pero claro, falta la acción diplomática masiva de embajadores, cónsules y demás plenipotenciarios para que el mundo entero deduzca cuales son las verdaderas intenciones del Foro de Sao Paulo, pues ya las Farc no actúan solas, ni se manejan solas, sino que son interdependientes del proyecto totalitario comunista que articulan todos los que hacen parte del Complot contra Colombia. Dentro y fuera del país.
Lo malo y lo feo del asunto es que los militares y policías continúan secuestrados, y esta situación favorece la estupidez funcional del profesor Moncayo, que no solo ataca al presidente Uribe con igual nivel de imbecilidad al que desataba la mamá de Ingrid Betancur, sino que le dio el embeleco de lanzarse al Congreso por las listas del Polo, es decir de la misma agrupación donde militan algunos de los estafetas de las Farc, dizque para presionar el canje humanitario.
Hay dos opciones, o que las neuronas no le dan a Moncayo para entender que las Farc y los mal llamados “colombianos por la paz”, están jugando con su dolor, o es que por desgracia, al aceptar militancia en el Polo, en realidad Moncayo pertenece a la izquierda pro chavista, y su actuación es consciente para favorece el proyecto totalitario comunista contra Colombia.
Lo cierto es que el gobierno nacional tiene que andar con pies de plomo en el caso de la "buena nueva" de Monseñor Castrillón, pues este gesto de paz fariano, no deja de ser otro intento de encerrona del Foro de Sao Paulo, que está adolorido porque sus mandatarios no han podido crucificar a Uribe en Unasur, y ahora tienden otra atarraya y otros anzuelos en otro escenario geopolítico, para ver si logran abrir el camino hacia el estatus de beligerancia de las Farc y la aclimatación en Colombia, de un gobierno títere de transición hacia el comunismo chavista, a partir del 7 de agosto de 2010.
Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
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lunes, 14 de diciembre de 2009
Paralelo entre el movimiento continental bolivariano y el "informe de la verdad" en Quito.
Hay muchas coincidencias entre lo sucedido la semana pasada en Caracas con el Movimiento Continental Bolivariano y el publicitado "informe de la verdad", en torno al bombardeo sobre la guarida que tenía Raúl Reyes en territorio ecuatoriano, con la venia complaciente del presidente Rafael Correa.
Ambos eventos coinciden en buscar la legitimación de las Farc, les niegan la condición de terroristas y los presentan como “luchadores con ideales políticos”. De manera simultánea excluyen a Chávez y Correa de cualquier nexo con los terroristas colombianos.
Sin embargo las evidencias y las pruebas corroboran lo contrario.
En el caso del Movimiento Continental Bolivariano, los computadores de Reyes, Ríos, Lozada, John 40, Jerónimo Galeano, Calderón y otros bandidos capturados o abatidos, refuerzan con hechos concretos la tesis que el MCB es el brazo político internacional de las Farc, que el terrorista dominicano Narciso Isa Conde mantiene contacto con Iván Márquez, que las Farc tienen oficina permanente en el Ministerio de Defensa venezolano, que Chávez, Lula, Evo, Ortega y Correa hacen parte del complot comunista contra Colombia.
Y de remate, que el Partido Comunista Colombiano en asocio con los partidos comunistas y otros movimientos iberoamericanos de izquierda pro terrorista, están complotados con las Farc y con algunos ejemplares de los mal llamados "colombianos por la paz", para socavar la institucionalidad y poner un gobierno títere de Chávez en Colombia.
Entre tanto, el informe entregado a Correa, quien de paso fingió estar decepcionado, corrobora los nexos con las Farc de Augusta Calle, Gustavo Larrea, Ignacio Chauvín, el coronel Brito y un pintoresco general de apellido Vargas (constituido en una vergüenza histórica para las Fuerzas Militares Ecuatorianas). Desde luego que Correa sabía de estos contactos pues era quien los autorizaba y los ordenaba. Nadie puede creer que en condición de ministro Larrea se perdió tres días que su presidente no supiera donde estaba, o que Larrea mienta descaradamente, diciendo que se reunió con Reyes en Venezuela, pero ni siquiera exista la prueba de los viáticos que debía recibir por ley, ni la entrada legal a Venezuela registrada en los documentos de inmigración de ese país.
Prueba de ello es la variopinta actitud que ha tomado el mandatario ecuatoriano frente al problema. Tras romper relaciones diplomáticas con Colombia, eso sí muy adolorido por la sensible muerte de su compinche y camarada Raúl Reyes; Correa inició un desesperado periplo para corroborar su afán para impedir que las fumigaciones en la frontera disminuyeran las arcas de sus socios de las Farc, y para presentar ante el mundo al presidente Uribe, como el Satán que impide que los comunistas se tomen el hemisferio y que fuera de eso había agredido su territorio, sin siquiera mencionar que con su venia desde Ecuador las Farc agredían y aún agreden a Colombia.
Luego en asocio con militares de bolsillo, Correa se inventó la existencia de un diario de Raúl Reyes, en el cual terrorista supuestamente lo detestaba. Todo fue un burdo montaje de Correa para preparar pruebas futuras que lo saquen airoso del problema.
Luego cambió de tercio, disminuyo su verborrea comunistoide contra Uribe y contra Colombia, bajó el tono a su grotesca actitud y autorizó a manipulados funcionarios de su cancillería, abordar la búsqueda de medios para normalizar las relaciones con Colombia, claro está, sin dejar de lanzar pullas por la para los mamertos latinoamericanos, incómoda presencia "gringa" en las bases militares colombianas.
Después, Correa le agregó a su estratagema de fabricar pruebas que lo saquen del problema en que está metido, el fantasioso informe de la "comisión de la verdad", en el cual de manera cínica echa la culpa a mandos medios, mientras Correa sale limpio. Típico comportamiento del delincuente con alta investidura que pese a las evidencias en su contra, dice que "todo fue a sus espaldas".
No obstante, al término de los dos eventos en Caracas y Quito surge algo más importante, de lo cual el gobierno y la justicia colombiana no solo deben tomar nota sino acción inmediata. Así como el presidente Uribe pidió a la Fiscalía que investigue a todos los terroristas que dirigen el espurio Movimiento Continental Bolivariano, es el momento adecuado para que los jueces de la República de Colombia vinculen formalmente a la investigación penal por apoyo al terrorismo comunista que practican las Farc, a Ignacio Lula Da Silva, a Rafael Correa, a Evo Morales, Hugo Chávez, Raúl Castro y Daniel Ortega.
El punto no es para rasgarse las vestiduras, ni para entrar en disquisiciones de conveniencias diplomáticas y de la consuetudinaria mojigatería que caracteriza a muchos de los "intelectuales" colombianos y los sesudos analistas. La razón es sencilla. Estos personajes están complotados con las Farc para derrocar la institucionalidad en Colombia. Por su naturaleza marxista-leninista están en guerra contra Colombia y contra la ideología política del actual gobierno, y, nos ven como sus “enemigos de clase“ a los cuales hay que someter a la dictadura comunista.
Entonces, si estos personajes están dedicados a socavar la institucionalidad y a jugar con doble moral en los escenarios internacionales, mal pueden hacer el gobierno y la justicia colombiana, obviando las contundentes pruebas halladas en los computadores de Reyes, mas el descarado patrocinio y respaldo que los mismos delincuentes de cuello blanco mencionados, dieron con su silencio cómplice frente a las agresivas declaraciones de los terroristas que presiden el Movimiento Continental Bolivariano.
Si Lula, y los demás secuaces del Foro de Sao Paulo quisieran la verdadera paz en Colombia, si tuvieran respeto por la dignidad y soberanía colombiana, ni hubieran armado el novelón por la necesaria y certera operación contra Reyes en Ecuador, ni se quedarían callados frente a las declaraciones belicosas de los cabecillas del mal denominado movimiento bolivariano la semana pasada en Caracas, ni mucho menos, cohonestarían la payasada de la "comisión de la verdad" en Quito.
En síntesis, todo queda como al principio, Colombia está rodeada de gobiernos títeres de al dictadura cubana, Chávez y Correa siguen comprometidos hasta la coronilla en ayudar a sus socios de las Farc, y los demás bandidos con fusil y sin el, siguen conspirando contra la institucionalidad y la democracia en el continente, mientras el gobierno demócrata de los Estados Unidos voltea la cara para otro lado.
Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
Analista de asuntos estratégicos
www.luisvillamarin.com
Ambos eventos coinciden en buscar la legitimación de las Farc, les niegan la condición de terroristas y los presentan como “luchadores con ideales políticos”. De manera simultánea excluyen a Chávez y Correa de cualquier nexo con los terroristas colombianos.
Sin embargo las evidencias y las pruebas corroboran lo contrario.
En el caso del Movimiento Continental Bolivariano, los computadores de Reyes, Ríos, Lozada, John 40, Jerónimo Galeano, Calderón y otros bandidos capturados o abatidos, refuerzan con hechos concretos la tesis que el MCB es el brazo político internacional de las Farc, que el terrorista dominicano Narciso Isa Conde mantiene contacto con Iván Márquez, que las Farc tienen oficina permanente en el Ministerio de Defensa venezolano, que Chávez, Lula, Evo, Ortega y Correa hacen parte del complot comunista contra Colombia.
Y de remate, que el Partido Comunista Colombiano en asocio con los partidos comunistas y otros movimientos iberoamericanos de izquierda pro terrorista, están complotados con las Farc y con algunos ejemplares de los mal llamados "colombianos por la paz", para socavar la institucionalidad y poner un gobierno títere de Chávez en Colombia.
Entre tanto, el informe entregado a Correa, quien de paso fingió estar decepcionado, corrobora los nexos con las Farc de Augusta Calle, Gustavo Larrea, Ignacio Chauvín, el coronel Brito y un pintoresco general de apellido Vargas (constituido en una vergüenza histórica para las Fuerzas Militares Ecuatorianas). Desde luego que Correa sabía de estos contactos pues era quien los autorizaba y los ordenaba. Nadie puede creer que en condición de ministro Larrea se perdió tres días que su presidente no supiera donde estaba, o que Larrea mienta descaradamente, diciendo que se reunió con Reyes en Venezuela, pero ni siquiera exista la prueba de los viáticos que debía recibir por ley, ni la entrada legal a Venezuela registrada en los documentos de inmigración de ese país.
Prueba de ello es la variopinta actitud que ha tomado el mandatario ecuatoriano frente al problema. Tras romper relaciones diplomáticas con Colombia, eso sí muy adolorido por la sensible muerte de su compinche y camarada Raúl Reyes; Correa inició un desesperado periplo para corroborar su afán para impedir que las fumigaciones en la frontera disminuyeran las arcas de sus socios de las Farc, y para presentar ante el mundo al presidente Uribe, como el Satán que impide que los comunistas se tomen el hemisferio y que fuera de eso había agredido su territorio, sin siquiera mencionar que con su venia desde Ecuador las Farc agredían y aún agreden a Colombia.
Luego en asocio con militares de bolsillo, Correa se inventó la existencia de un diario de Raúl Reyes, en el cual terrorista supuestamente lo detestaba. Todo fue un burdo montaje de Correa para preparar pruebas futuras que lo saquen airoso del problema.
Luego cambió de tercio, disminuyo su verborrea comunistoide contra Uribe y contra Colombia, bajó el tono a su grotesca actitud y autorizó a manipulados funcionarios de su cancillería, abordar la búsqueda de medios para normalizar las relaciones con Colombia, claro está, sin dejar de lanzar pullas por la para los mamertos latinoamericanos, incómoda presencia "gringa" en las bases militares colombianas.
Después, Correa le agregó a su estratagema de fabricar pruebas que lo saquen del problema en que está metido, el fantasioso informe de la "comisión de la verdad", en el cual de manera cínica echa la culpa a mandos medios, mientras Correa sale limpio. Típico comportamiento del delincuente con alta investidura que pese a las evidencias en su contra, dice que "todo fue a sus espaldas".
No obstante, al término de los dos eventos en Caracas y Quito surge algo más importante, de lo cual el gobierno y la justicia colombiana no solo deben tomar nota sino acción inmediata. Así como el presidente Uribe pidió a la Fiscalía que investigue a todos los terroristas que dirigen el espurio Movimiento Continental Bolivariano, es el momento adecuado para que los jueces de la República de Colombia vinculen formalmente a la investigación penal por apoyo al terrorismo comunista que practican las Farc, a Ignacio Lula Da Silva, a Rafael Correa, a Evo Morales, Hugo Chávez, Raúl Castro y Daniel Ortega.
El punto no es para rasgarse las vestiduras, ni para entrar en disquisiciones de conveniencias diplomáticas y de la consuetudinaria mojigatería que caracteriza a muchos de los "intelectuales" colombianos y los sesudos analistas. La razón es sencilla. Estos personajes están complotados con las Farc para derrocar la institucionalidad en Colombia. Por su naturaleza marxista-leninista están en guerra contra Colombia y contra la ideología política del actual gobierno, y, nos ven como sus “enemigos de clase“ a los cuales hay que someter a la dictadura comunista.
Entonces, si estos personajes están dedicados a socavar la institucionalidad y a jugar con doble moral en los escenarios internacionales, mal pueden hacer el gobierno y la justicia colombiana, obviando las contundentes pruebas halladas en los computadores de Reyes, mas el descarado patrocinio y respaldo que los mismos delincuentes de cuello blanco mencionados, dieron con su silencio cómplice frente a las agresivas declaraciones de los terroristas que presiden el Movimiento Continental Bolivariano.
Si Lula, y los demás secuaces del Foro de Sao Paulo quisieran la verdadera paz en Colombia, si tuvieran respeto por la dignidad y soberanía colombiana, ni hubieran armado el novelón por la necesaria y certera operación contra Reyes en Ecuador, ni se quedarían callados frente a las declaraciones belicosas de los cabecillas del mal denominado movimiento bolivariano la semana pasada en Caracas, ni mucho menos, cohonestarían la payasada de la "comisión de la verdad" en Quito.
En síntesis, todo queda como al principio, Colombia está rodeada de gobiernos títeres de al dictadura cubana, Chávez y Correa siguen comprometidos hasta la coronilla en ayudar a sus socios de las Farc, y los demás bandidos con fusil y sin el, siguen conspirando contra la institucionalidad y la democracia en el continente, mientras el gobierno demócrata de los Estados Unidos voltea la cara para otro lado.
Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
Analista de asuntos estratégicos
www.luisvillamarin.com
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martes, 1 de diciembre de 2009
El chavismo en Colombia, sus nexos con las Farc y la articulación de un complot acorde con el Foro de Sao Paulo
Las Farc por dentro : ¿Cuál puede ser el mejor uso de este tesoro informativo?
Acaba de publicar la Revista Semana un extraordinario reportaje colmado de detalles acerca del terrorismo comunista, que practican las Farc contra sus propios integrantes y la población civil, por la que dicen luchar los cabecillas como Alfonso Cano o Iván Márquez, y sus comodines infiltrados por el Partido Comunista Clandestino (PC3) en Colombianos por la paz.
Fuera del libro “En el Infierno” de mi autoría, en el cual Johny un exintegrante de las guardias personales de Jacobo Arenas, Reyes, Tirofijo y Cano y del testimonio de la terrorista que escapó con un secuestrado, son muy escasos los relatos acerca de la crueldad interna de las Frac, de la barbarie comunista, del nulo valor que tiene la vida humana en las guaridas del brazo armado del Partido Comunista Colombiano y de la siniestra frialdad como los cabecillas viven como reyes, mientras la “guerrillerada” vive en pésimas condiciones.
No obstante Colombianos por la Paz, y los bandidos de cuello blanco que gobiernan a Brasil, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua y Cuba; al igual que los manzanillos politiqueros de siempre, se hacen los de la vista gorda frente a esta realidad. De una u otra forma dan manto político a los terroristas. Los llaman insurgentes, rebeldes, subversivos, e inclusive llegan a los aberrantes casos de Chavez y Correa de considerarlos estado paralelo o de Piedad Córdoba de exaltar a Tirofijo e invitar a los estudiantes universitarios a hacer subversión.
Pero por otro lado, los cónsules, embajadores y plenipotenciarios con rimbombantes cargos diplomáticos que nos representan en el exterior, duermen sobre los laureles del exilio dorado de la diplomacia, sin hacer nada consistente y sistemático para desenmascarar a las Farc ante el mundo entero.
Eso si, aprovechan como Noemí Sanín las oportunidades electorales, para conseguir los votos necesarios que les permita seguir en el mismo rol de cuerpo de rey a costa del erario nacional, sufragado por quienes pagamos los impuestos.
Es de suponer que el gobierno nacional y las Fuerzas Militares, no van a dejar en el rincón del olvido, ni a la espera que “alguien” haga “algo”, este incalculable tesoro de información que acaba de destapar la revista Semana, que además era un secreto a voces.
Es hora por ejemplo que el ministro Silva deje a un lado la verborrea y ansia de protagonismo mediático y politiquero que heredó de sus antecesores Marta Lucía Ramírez y Juan Manuel Santos, para que asesorado por personas que en realidad sepan de guerra política y guerra sicológica, diseñen una estrategia puntual, clara, concreta, sistemática y progresiva de metódica difusión de la información encontrada en estos computadores.
Es el momento propicio para que se escriban decenas de libros con testimonios, pruebas, análisis y descripciones de esta realidad tan palpitante pero tan desconocida dentro y fuera del país. Que esos textos a manera de libros, DVD´s, revistas, etc, sean traducidos a idiomas como el inglés, el francés, el ruso, el francés, el italiano, el portugués, el vasco, el catalán, etc; para que nuestros apoltronados servicios diplomáticos salgan de la consuetudinaria modorra e indiferencia, y vayan a universidades, Ong´s, centros e pensamiento político, academias militares, etc, a difundir con pruebas fehacientes cual es la realidad de lo que pretenden las Farc y sus compinches como Lula, Chávez, Correa, Evo, la dictadura cubana y Ortega.
Mientras tanto en el campo interno, que se desate una intensa oleada de propaganda sistemática y articulada, por todos los medios de comunicación, para inducir a los terroristas a deponer las armas y a los campesinos a delatarlos o a servir de mediadores para que se entreguen.
En esta tarea no puede haber aguas tibias, ni vacilaciones, pues se trata de desarmar las cuadrillas de bandidos que pretenden meter a Colombia en la onda del “salvajismo del siglo XXI” que encabezan Chávez y sus secuaces.
Pero además este no puede ser un trabajo chambón. Debe ser algo dirigido por especialistas y ejecutado por personas convencidas que la guerra sicológica es fundamental en el combate contra el totalitarismo comunista, pues esa es la enseñanza que dejó al mundo la guerra fría.
Bien claro lo dijo Cicerón hace mas de 15 siglos:
“Si no se aprovechan las lecciones del pasado el mundo permanecerá en su infancia intelectual. Desconocer lo sucedido en otros tiempos es permanecer eternamente adolescente”
Esta conclusión para invitar al gobierno nacional y al ministro de Defensa a recapacitar que la espada y la mente forman el conjunto vital de la guerra, pero que siempre la espada estará sujeta a la mente.
Señor Ministro Silva, deje a un lado su autosuficiencia e innecesaria arrogancia. Usted es un buen ejecutivo en temas cafeteros pero un neófito en términos de estrategia, guerra, geopolítica y técnicas de guerra revolucionaria. Entienda que los servicios de inteligencia, las oficinas de Acción Integral, y las cuatro Fuierzas Armadas bajo su representación política, tienen un incalculable tesoro informativo, que merece ser difundido para ganar la batalla política a los terroristas, sus comisarios internacionales y la mala hierba que pulula en “colombinos por la Paz”.
Pero claro, todo depende del manejo que usted de a este tema. Este es un trabajo que deben hacer expertos en guerra sicológica y conocedores profundos del Plan Estratégico de las Farc. No vaya a nombrar advenedizos en estas lides, porque sobran los oportunistas y los interesados en manejar elevados presupuestos, pero escasean los verdaderos conocedores del tema.
Total que manos a la obra.
Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
www.luisvillamrin.com
Analista de asuntos estratégicos
El chavismo en Colombia, sus nexos con las Farc y la articulación de un complot acorde con el Foro de Sao Paulo
El pasado 30 de noviembre, el diario El Tiempo publicó en su edición On Line, un preocupante reportaje compuesto de cinco documentos, que describen la progresiva penetración del comunismo chavista en Colombia, con la venia complaciente de los magistrados politiqueros, los estultos funcionales que por andar empeñados en tumbar a Uribe se les olvidó que las Farc y sus asociados conspiran contra la democracia colombiana, y, de los mal llamados “Colombianos por la Paz”, que infiltrados por el Partido Comunista Clandestino de las Farc, van como borregos detrás de las patrañas politiqueras del Foro de Sao Paulo, el Plan Estratégico de las Farc y la Coordinadora Continental Bolivariana.
El testimonio de un terrorista desmovilizado del Eln es categórico. Las Farc y el Eln entrenan las milicias bolivarianas y los comités de defensa de la revolución chavista en Venezuela. Son protegidos por la Guardia Nacional venezolana, tienen nexos con los organismos de seguridad de ese país, portan documentos de identidad venezolanos y conspiran en contubernio contra la integridad nacional colombiana.
Una “ingenua” militante chavista en Colombia ha llevado a Venezuela a mas de dos mil personas para que los “bondadosos” médicos cubanos y el generoso erario venezolano les practiquen operaciones médicas en los ojos y tratamientos de optometría y de paso les den cédulas de identidad venezolana para que puedan votar en las elecciones por los candidatos del “socialismo del siglo XXI”.
En el departamento de Risaralda, miembros de las Farc vestidos de civil, no solo reclutan jóvenes para los rombos milicianos de las Farc, sino que en forma descarada estructuran comités bolivarianos a partir de las juntas de acción comunal para incrustar las ideas chavistas en la región, donde por coincidencia, estuvo hace unos meses un funcionario de la embajada venezolana haciendo proselitismo político en contra del actual gobierno colombiano.
En otro parte, un joven de Barrancabermeja reconoce que fue “becado” por el “bondadoso” gobierno chavista y ahora hace parte de los círculos bolivarianos, es decir gracias a su mentor y benefactor Hugo Chávez, el joven ahora es enemigo de Colombia.
En síntesis las serias y muy graves revelaciones, son la refrendación de los hallazgos en los computadores de Raúl Reyes así como del protagonismo mediático de Teodora y su combo para explotar la ignorancia y carencia de imaginación del profesor Moncayo, cuya actitud similar a la de la mamá de Ingrid, convirtió a su hijo en un juguete político de las Farc.
Al unísono, la propaganda comunista y la demagogia de los politiqueros de siempre, señalan a la “terquedad” de Uribe que según los mamertos y quienes quieren llevar a Colombia a una miseria igual a la de Cuba o un caos como el de Venezuela, es el causante de los males del país y por ende su salida es imprescindible para que asuma el gobierno o un inepto como Pardo Rueda, o una veleidosa dama como Noemí Sanín, o un terrorista como Petro, o una lenguaraz similar a Chávez como Teodora.
En múltiples escritos anteriores hemos sido reiterativos en dejar constancia que Colombia atraviesa el más dramático de los momentos históricos, que su sólida tradición democrática está en vilo, que los secretos de los computadores de Raúl Reyes y los demás que han sido hallados en otros portátiles incautados a las Farc, deben ser difundidos ante el mundo entero; que la diplomacia colombiana está alejada de la realidad nacional; que la conjura internacional a favor de las Farc está latente, pues la dictadura cubana, Lula, Ortega, Chávez, Correa, Morales, la Kirchner y demás bandidos de cuello blanco con investidura presidencial, conspiran todos los días con la Farc en aras de tomar el poder en Colombia, por todos los medios posibles.
Así mismo, es increíble que los ex presidentes César Gaviria, Ernesto Samper y Andrés Pastrana, tengan tanta desvergüenza y tanto cinismo, torpedeando al gobernante que ha tenido que corregir muchos de los errores que ellos cometieron.
Y lo que es peor: que Samper, a sabiendas que es el más cínico e inepto de los ocupantes del solio de Bolívar durante toda la historia colombiana, pues hasta sin visa para ir a los Estados Unidos quedó por haber recibido dineros calientes en su campaña presidencial, tenga cara para visitar a Chávez en Caracas, en el mismo momento que el bocón e inculto mandatario venezolano diga públicamente que planea atacar a Colombia y de remate, que avale a Piedad Córdoba como la solución de la paz en Colombia, no obstante el no muy claro comportamiento de esta senadora.
A ellos se suman las leguleyadas de la Corte que quiere un Fiscal de bolsillo, pero que no cumple con el deber de juzgar a los vinculados en la parapolítica. Y a estos les hacen coro periodistas mediocres ansiosos de obtener galardones del gremio, o en otros casos mas aberrantes, pagados por los delincuentes para que coadyuven a la desestabilización del país.
Entretanto el gobierno venezolano financia dentro y fuera de Colombia intensas campañas de guerra sicológica contra Colombia. Durante el verano pasado en New York los “camaradas” del Polo Democrático se infiltraron dentro de las festividades colombianas y financiados por el consulado de Venezuela distribuyeron panfletos ignominiosos contra Colombia, el gobierno nacional, y el presidente Uribe, al tiempo que exaltaban la condición revolucionaria no terrorista de las Farc.
Igual sucede en Canadá desde hace varios años. Y cuando alguien los desenmascara, los terroristas de civil acuden a las amenazas comunistas, escudados en seudónimos y la clandestinidad, y desde luego, a declararse víctimas de la agresión del estado narco-paramilitar….. Los pájaros tirándole a las escopetas. Sin duda alguna.
En esencia, los testimonios revelados por el Tiempo ameritan una explicación del gobierno nacional y la inmediata quitada de máscaras a los “camaradas” del partido comunista, gestores de toda la violencia actual. Es imperioso que así como los sapientes jurisconsultos que tienen a Colombia sin Fiscal en propiedad desde hace varios meses y sin ningún juicio a los terroristas de las Farc que no usan fusil pero que atacan a Colombia por otros medios de lucha comunista, reaccionen y declaren delitos de lesa humanidad a todos los crímenes cometidos por las Farc y sus secuaces políticos, para que queden de por vida inhabilitados para ejercer cargos públicos y para que cuando se desmovilicen vayan a las cárceles a pagar por sus fechorías.
Y claro, una vez mas reiteramos para que los cónsules, embajadores y demás plenipotenciarios acreditados en el exterior, salgan de la modorra consuetudinaria, se pellizquen y trabajen sin cesar en la diseminación de la realidad de lo que ocurre en Colombia, para que de paso los congresistas aterricen, debatan a fondo estos temas y para que el ministro de Defensa hablé menos y haga mas sobre líneas estratégicas definidas y objetivos nacionales concretos.
La agresión chavista viene en serio. Chávez es un títere manipulado por la dictadura cubana, cuyo sueño es esclavizar a todo el continente. Lula es el hipócrita que les hace la segunda. Ortega, Correa y el indio coquero boliviano son los peones de brega. Y Colombia es el objetivo central el Plan Estratégico del Foro de Sao Paulo.
Por eso coinciden la actitud amañada de Colombianos por la paz para liberar al cabo Moncayo con las ofensas desde Bolivia de Evo Morales acerca de la presencia militar norteamericana en Colombia, la doble moral de Correa con el reinicio de negociaciones pero con cuestionamientos y demandas contra Colombia; la siniestra “buena voluntad de Lula” y el cinismo de la dictadura cubana metida hasta los tuétanos en la conjura.
A eso se suman el recrudecimiento de secuestros en Paraguay con apoyo de las Farc a los terroristas locales, la cada vez mas probada presencia de las Farc en Argentina, los nexos de la etnia mapuche con los terroristas colombianos, y, el incremento de milicianos en Bolivia y Venezuela entrenados por las Farc. Detrás de todo el entramado financiero están los petrodólares chavistas y el dinero de la coca de las Farc.
He aquí la gravedad de la infiltración chavista en Colombia y el oscuro proyecto totalitario contra el país, que de elegir a un inepto, a una veleidosa, o un terrorista, puede desembocar en una devastadora guerra civil.
¿Será que alguien puede hacer que Gaviria, Samper, los magistrados que viven en Marte, Pardo Rueda, Noemí y los idiotas útiles de las Farc vinculados a Colombianos por la paz, comprendan la gravedad del asunto?
Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
www.luisvillamarín.com
Analista de asuntos estratégicos
Acaba de publicar la Revista Semana un extraordinario reportaje colmado de detalles acerca del terrorismo comunista, que practican las Farc contra sus propios integrantes y la población civil, por la que dicen luchar los cabecillas como Alfonso Cano o Iván Márquez, y sus comodines infiltrados por el Partido Comunista Clandestino (PC3) en Colombianos por la paz.
Fuera del libro “En el Infierno” de mi autoría, en el cual Johny un exintegrante de las guardias personales de Jacobo Arenas, Reyes, Tirofijo y Cano y del testimonio de la terrorista que escapó con un secuestrado, son muy escasos los relatos acerca de la crueldad interna de las Frac, de la barbarie comunista, del nulo valor que tiene la vida humana en las guaridas del brazo armado del Partido Comunista Colombiano y de la siniestra frialdad como los cabecillas viven como reyes, mientras la “guerrillerada” vive en pésimas condiciones.
No obstante Colombianos por la Paz, y los bandidos de cuello blanco que gobiernan a Brasil, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua y Cuba; al igual que los manzanillos politiqueros de siempre, se hacen los de la vista gorda frente a esta realidad. De una u otra forma dan manto político a los terroristas. Los llaman insurgentes, rebeldes, subversivos, e inclusive llegan a los aberrantes casos de Chavez y Correa de considerarlos estado paralelo o de Piedad Córdoba de exaltar a Tirofijo e invitar a los estudiantes universitarios a hacer subversión.
Pero por otro lado, los cónsules, embajadores y plenipotenciarios con rimbombantes cargos diplomáticos que nos representan en el exterior, duermen sobre los laureles del exilio dorado de la diplomacia, sin hacer nada consistente y sistemático para desenmascarar a las Farc ante el mundo entero.
Eso si, aprovechan como Noemí Sanín las oportunidades electorales, para conseguir los votos necesarios que les permita seguir en el mismo rol de cuerpo de rey a costa del erario nacional, sufragado por quienes pagamos los impuestos.
Es de suponer que el gobierno nacional y las Fuerzas Militares, no van a dejar en el rincón del olvido, ni a la espera que “alguien” haga “algo”, este incalculable tesoro de información que acaba de destapar la revista Semana, que además era un secreto a voces.
Es hora por ejemplo que el ministro Silva deje a un lado la verborrea y ansia de protagonismo mediático y politiquero que heredó de sus antecesores Marta Lucía Ramírez y Juan Manuel Santos, para que asesorado por personas que en realidad sepan de guerra política y guerra sicológica, diseñen una estrategia puntual, clara, concreta, sistemática y progresiva de metódica difusión de la información encontrada en estos computadores.
Es el momento propicio para que se escriban decenas de libros con testimonios, pruebas, análisis y descripciones de esta realidad tan palpitante pero tan desconocida dentro y fuera del país. Que esos textos a manera de libros, DVD´s, revistas, etc, sean traducidos a idiomas como el inglés, el francés, el ruso, el francés, el italiano, el portugués, el vasco, el catalán, etc; para que nuestros apoltronados servicios diplomáticos salgan de la consuetudinaria modorra e indiferencia, y vayan a universidades, Ong´s, centros e pensamiento político, academias militares, etc, a difundir con pruebas fehacientes cual es la realidad de lo que pretenden las Farc y sus compinches como Lula, Chávez, Correa, Evo, la dictadura cubana y Ortega.
Mientras tanto en el campo interno, que se desate una intensa oleada de propaganda sistemática y articulada, por todos los medios de comunicación, para inducir a los terroristas a deponer las armas y a los campesinos a delatarlos o a servir de mediadores para que se entreguen.
En esta tarea no puede haber aguas tibias, ni vacilaciones, pues se trata de desarmar las cuadrillas de bandidos que pretenden meter a Colombia en la onda del “salvajismo del siglo XXI” que encabezan Chávez y sus secuaces.
Pero además este no puede ser un trabajo chambón. Debe ser algo dirigido por especialistas y ejecutado por personas convencidas que la guerra sicológica es fundamental en el combate contra el totalitarismo comunista, pues esa es la enseñanza que dejó al mundo la guerra fría.
Bien claro lo dijo Cicerón hace mas de 15 siglos:
“Si no se aprovechan las lecciones del pasado el mundo permanecerá en su infancia intelectual. Desconocer lo sucedido en otros tiempos es permanecer eternamente adolescente”
Esta conclusión para invitar al gobierno nacional y al ministro de Defensa a recapacitar que la espada y la mente forman el conjunto vital de la guerra, pero que siempre la espada estará sujeta a la mente.
Señor Ministro Silva, deje a un lado su autosuficiencia e innecesaria arrogancia. Usted es un buen ejecutivo en temas cafeteros pero un neófito en términos de estrategia, guerra, geopolítica y técnicas de guerra revolucionaria. Entienda que los servicios de inteligencia, las oficinas de Acción Integral, y las cuatro Fuierzas Armadas bajo su representación política, tienen un incalculable tesoro informativo, que merece ser difundido para ganar la batalla política a los terroristas, sus comisarios internacionales y la mala hierba que pulula en “colombinos por la Paz”.
Pero claro, todo depende del manejo que usted de a este tema. Este es un trabajo que deben hacer expertos en guerra sicológica y conocedores profundos del Plan Estratégico de las Farc. No vaya a nombrar advenedizos en estas lides, porque sobran los oportunistas y los interesados en manejar elevados presupuestos, pero escasean los verdaderos conocedores del tema.
Total que manos a la obra.
Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
www.luisvillamrin.com
Analista de asuntos estratégicos
El chavismo en Colombia, sus nexos con las Farc y la articulación de un complot acorde con el Foro de Sao Paulo
El pasado 30 de noviembre, el diario El Tiempo publicó en su edición On Line, un preocupante reportaje compuesto de cinco documentos, que describen la progresiva penetración del comunismo chavista en Colombia, con la venia complaciente de los magistrados politiqueros, los estultos funcionales que por andar empeñados en tumbar a Uribe se les olvidó que las Farc y sus asociados conspiran contra la democracia colombiana, y, de los mal llamados “Colombianos por la Paz”, que infiltrados por el Partido Comunista Clandestino de las Farc, van como borregos detrás de las patrañas politiqueras del Foro de Sao Paulo, el Plan Estratégico de las Farc y la Coordinadora Continental Bolivariana.
El testimonio de un terrorista desmovilizado del Eln es categórico. Las Farc y el Eln entrenan las milicias bolivarianas y los comités de defensa de la revolución chavista en Venezuela. Son protegidos por la Guardia Nacional venezolana, tienen nexos con los organismos de seguridad de ese país, portan documentos de identidad venezolanos y conspiran en contubernio contra la integridad nacional colombiana.
Una “ingenua” militante chavista en Colombia ha llevado a Venezuela a mas de dos mil personas para que los “bondadosos” médicos cubanos y el generoso erario venezolano les practiquen operaciones médicas en los ojos y tratamientos de optometría y de paso les den cédulas de identidad venezolana para que puedan votar en las elecciones por los candidatos del “socialismo del siglo XXI”.
En el departamento de Risaralda, miembros de las Farc vestidos de civil, no solo reclutan jóvenes para los rombos milicianos de las Farc, sino que en forma descarada estructuran comités bolivarianos a partir de las juntas de acción comunal para incrustar las ideas chavistas en la región, donde por coincidencia, estuvo hace unos meses un funcionario de la embajada venezolana haciendo proselitismo político en contra del actual gobierno colombiano.
En otro parte, un joven de Barrancabermeja reconoce que fue “becado” por el “bondadoso” gobierno chavista y ahora hace parte de los círculos bolivarianos, es decir gracias a su mentor y benefactor Hugo Chávez, el joven ahora es enemigo de Colombia.
En síntesis las serias y muy graves revelaciones, son la refrendación de los hallazgos en los computadores de Raúl Reyes así como del protagonismo mediático de Teodora y su combo para explotar la ignorancia y carencia de imaginación del profesor Moncayo, cuya actitud similar a la de la mamá de Ingrid, convirtió a su hijo en un juguete político de las Farc.
Al unísono, la propaganda comunista y la demagogia de los politiqueros de siempre, señalan a la “terquedad” de Uribe que según los mamertos y quienes quieren llevar a Colombia a una miseria igual a la de Cuba o un caos como el de Venezuela, es el causante de los males del país y por ende su salida es imprescindible para que asuma el gobierno o un inepto como Pardo Rueda, o una veleidosa dama como Noemí Sanín, o un terrorista como Petro, o una lenguaraz similar a Chávez como Teodora.
En múltiples escritos anteriores hemos sido reiterativos en dejar constancia que Colombia atraviesa el más dramático de los momentos históricos, que su sólida tradición democrática está en vilo, que los secretos de los computadores de Raúl Reyes y los demás que han sido hallados en otros portátiles incautados a las Farc, deben ser difundidos ante el mundo entero; que la diplomacia colombiana está alejada de la realidad nacional; que la conjura internacional a favor de las Farc está latente, pues la dictadura cubana, Lula, Ortega, Chávez, Correa, Morales, la Kirchner y demás bandidos de cuello blanco con investidura presidencial, conspiran todos los días con la Farc en aras de tomar el poder en Colombia, por todos los medios posibles.
Así mismo, es increíble que los ex presidentes César Gaviria, Ernesto Samper y Andrés Pastrana, tengan tanta desvergüenza y tanto cinismo, torpedeando al gobernante que ha tenido que corregir muchos de los errores que ellos cometieron.
Y lo que es peor: que Samper, a sabiendas que es el más cínico e inepto de los ocupantes del solio de Bolívar durante toda la historia colombiana, pues hasta sin visa para ir a los Estados Unidos quedó por haber recibido dineros calientes en su campaña presidencial, tenga cara para visitar a Chávez en Caracas, en el mismo momento que el bocón e inculto mandatario venezolano diga públicamente que planea atacar a Colombia y de remate, que avale a Piedad Córdoba como la solución de la paz en Colombia, no obstante el no muy claro comportamiento de esta senadora.
A ellos se suman las leguleyadas de la Corte que quiere un Fiscal de bolsillo, pero que no cumple con el deber de juzgar a los vinculados en la parapolítica. Y a estos les hacen coro periodistas mediocres ansiosos de obtener galardones del gremio, o en otros casos mas aberrantes, pagados por los delincuentes para que coadyuven a la desestabilización del país.
Entretanto el gobierno venezolano financia dentro y fuera de Colombia intensas campañas de guerra sicológica contra Colombia. Durante el verano pasado en New York los “camaradas” del Polo Democrático se infiltraron dentro de las festividades colombianas y financiados por el consulado de Venezuela distribuyeron panfletos ignominiosos contra Colombia, el gobierno nacional, y el presidente Uribe, al tiempo que exaltaban la condición revolucionaria no terrorista de las Farc.
Igual sucede en Canadá desde hace varios años. Y cuando alguien los desenmascara, los terroristas de civil acuden a las amenazas comunistas, escudados en seudónimos y la clandestinidad, y desde luego, a declararse víctimas de la agresión del estado narco-paramilitar….. Los pájaros tirándole a las escopetas. Sin duda alguna.
En esencia, los testimonios revelados por el Tiempo ameritan una explicación del gobierno nacional y la inmediata quitada de máscaras a los “camaradas” del partido comunista, gestores de toda la violencia actual. Es imperioso que así como los sapientes jurisconsultos que tienen a Colombia sin Fiscal en propiedad desde hace varios meses y sin ningún juicio a los terroristas de las Farc que no usan fusil pero que atacan a Colombia por otros medios de lucha comunista, reaccionen y declaren delitos de lesa humanidad a todos los crímenes cometidos por las Farc y sus secuaces políticos, para que queden de por vida inhabilitados para ejercer cargos públicos y para que cuando se desmovilicen vayan a las cárceles a pagar por sus fechorías.
Y claro, una vez mas reiteramos para que los cónsules, embajadores y demás plenipotenciarios acreditados en el exterior, salgan de la modorra consuetudinaria, se pellizquen y trabajen sin cesar en la diseminación de la realidad de lo que ocurre en Colombia, para que de paso los congresistas aterricen, debatan a fondo estos temas y para que el ministro de Defensa hablé menos y haga mas sobre líneas estratégicas definidas y objetivos nacionales concretos.
La agresión chavista viene en serio. Chávez es un títere manipulado por la dictadura cubana, cuyo sueño es esclavizar a todo el continente. Lula es el hipócrita que les hace la segunda. Ortega, Correa y el indio coquero boliviano son los peones de brega. Y Colombia es el objetivo central el Plan Estratégico del Foro de Sao Paulo.
Por eso coinciden la actitud amañada de Colombianos por la paz para liberar al cabo Moncayo con las ofensas desde Bolivia de Evo Morales acerca de la presencia militar norteamericana en Colombia, la doble moral de Correa con el reinicio de negociaciones pero con cuestionamientos y demandas contra Colombia; la siniestra “buena voluntad de Lula” y el cinismo de la dictadura cubana metida hasta los tuétanos en la conjura.
A eso se suman el recrudecimiento de secuestros en Paraguay con apoyo de las Farc a los terroristas locales, la cada vez mas probada presencia de las Farc en Argentina, los nexos de la etnia mapuche con los terroristas colombianos, y, el incremento de milicianos en Bolivia y Venezuela entrenados por las Farc. Detrás de todo el entramado financiero están los petrodólares chavistas y el dinero de la coca de las Farc.
He aquí la gravedad de la infiltración chavista en Colombia y el oscuro proyecto totalitario contra el país, que de elegir a un inepto, a una veleidosa, o un terrorista, puede desembocar en una devastadora guerra civil.
¿Será que alguien puede hacer que Gaviria, Samper, los magistrados que viven en Marte, Pardo Rueda, Noemí y los idiotas útiles de las Farc vinculados a Colombianos por la paz, comprendan la gravedad del asunto?
Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
www.luisvillamarín.com
Analista de asuntos estratégicos
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