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lunes, 20 de septiembre de 2010

Baja de Biojó, otro golpe táctico de connotaciones estratégicas

El ataque aeroterreste de la Fuerza Pública contra la cuadrilla 48 de las Farc, en la que perecieron 22 terroristas incluido Domingo Biojó, es un golpe táctico de connotaciones estratégicas a favor de Colombia contra el narcoterrorismo comunista, y, una rueda en el palo, a la argucia publictaria de las Farc y sus compinches con la farsa del diálogo de paz.
La muerte en combate de Biojó y su círculo inmediato, desbarata la estratagema de la estafeta oficial de las Farc en Europa y Suramérica, deja sin aire a Correa y Chávez, y obstaculiza las patrañas de Lula, encaminadas a legitimar a las Farc, darles estatus de beligerancia, abrirles embajadas en los países con gobiernos proterroristas del hemisferio, y al vez, abre otras posibilidades para incrementar la progresiva desarticulación fariana.
Tras las muertes de Reyes y Edgar Tovar, el Secretariado envió a Biojó al Putumayo no solo a controlar los ingresos derivados del narcotráfico, sino a organizar las relaciones clandestinas con funcionarios oficiales del gobierno de Correa y dirigentes comunistas ecuatorianos vinculados al Movimiento Continental Bolivariano.
Por su estructura académica y concepción política, Biojó encarnaba a un férreo difusor de la línea estratégica de Cano, Márquez y Catatumbo. Típico bandido comunista experto en combinar todas las formas de lucha, mentir hasta al respirar y masacrar sin piedad y sin escrúpulos, a todos los llamados “enemigos de clase”.
De nuevo, la inteligencia militar se anotó un éxito contundente. La ubicación precisa del campamento facilitó que los bombarderos atacaran a tiempo y sin permitir la huida de los delincuentes. Igual que sucedió con Reyes, Acacio, Martín Caballero, Felipe Rincón, Sonia la Pilosa, Danilo, Buendía y otros terroristas.
También quedó demostrado, que mas que negociaciones ingneuas y sin norte, lo primero que se necesita es voluntad política para derrotar a las guerrillas. Lo demás viene por añadidura. Con este golpe, Cano perdió otra batalla estratégica, planteada por el mismo cuando en declaraciones a Al Jazeera propuso hacer la paz, pero, al mismo tiempo ordenó una agresión sistemática contra la Policía Nacional, para sus cálculos político-militares, el eslabón más débil de la cadena de seguridad nacional; al mismo tiempo que sus compinches de colombianos por la paz y los mandatarios comunistas del hemisferio, lanzaban la propuesta de abrir negociaciones de paz encaminadas a legitimar el terrorismo en Colombia.
La Operación Fortaleza II, desbarató otra vez la componenda, tal como sucedió cuando hubo coincidente buena voluntad de monseñor Castrillón en el momento que las Farc secuestraron y degollaron al gobernador del Caquetá; o en la tramposa mediación de Chávez, o en la manipulada Operación Emmanuel; o en la farsa de la liberación de Moncayo y los dirigentes políticos que por orden de Cano aspiraban al Congreso, para sacar adelante el intercambio humanitario profariano.
Desde hace varios la guerra en Colombia se combate con especial énfasis en el plano estratégico y de alta política. Por eso hay tantas presiones internacionales de los gobiernos comunistas del hemisferio. Y por eso, las tropas están obligadas a causar a las Farc mas golpes tácticos de connotaciones estratégicas, con especial énfasis en inteligencia militar especializada para localizar blancos rentables y una alta dosis de estrategia integral de guerra sicológica y acción cívico-militar, para desbaratar los proyectos políticos farianos regionales que construyen a lo largo y ancho del país, terroristas con el perfil de Biojó, o los miembros del Partido Comunista Clandestino que en realidad no son tan clandestinos, pues en su afán de legitima ra la s Farc, algunos de ellos integran organizaciones no gubernamentales abiertamente proterroristas.
Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
Analista de asuntos estratégicos
www.luisvillamarin.com

martes, 13 de abril de 2010

Extraña y sospechosa coincidencia de Colombianos por la Paz con las Farc

Extraña y sospechosa coincidencia, que al mismo tiempo que Piedad Córdoba vocifera en Europa el tema del acuerdo humanitario, las Farc entreguen pruebas de supervivencia de dos policías secuestrados.
No hay paso dado por las Farc en cumplimiento de su Plan Estratégico en torno a la manipulada liberación de los secuestrados, que no coincida con el comportamiento agresivo, irreverente y audaz de Colombianos por la Paz, pero en particular, de su representante Piedad Córdoba, y lo que es mas diciente, es algo que coincide a plenitud, con el llamado Plan Renacer de las Farc diseñado por Alfonso Cano tras la muerte de Tirofijo.
Mientras en Cali, las Farc entregan pruebas de supervivencia de dos miembros de la Policía Nacional, secuestrados por el grupo terrorista, la lenguaraz senadora -quien recibe un exagerado salario pagado con los dineros que aportamos en impuestos los colombianos- hace en Europa lo que mejor sabe: Hablar mal de Colombia y autoproyectarse como la “liberadora de los secuestrados”, al unísono con la que pareciera ser su tarea voluntaria como “estafeta de las Farc”.
El hecho corrobora una vez más, que Colombianos por la Paz no juega limpio con el país, sino que a algunos de sus integrantes, en especial a los comunistas que manipulan al resto de firmones, solo les interesa legitimar a las Farc y quitarles el rótulo de terroristas, para que tengan estatus de beligerancia. Situación que, por obvias razones tiene que ser conocida por Piedad Córdoba.
La farsa de demorar la liberación del cabo Moncayo, la crueldad consentida por los “mediadores” para que los terroristas no dejaran que Calvo y Moncayo trajeran las cartas de los demás secuestrados a sus familiares, se complementa con el publicitado viaje a Europa de la representante de “Colombianos por la Paz”.
Esto, debido a que las Farc perdieron la oportunidad que Monseñor Castrillón les abriera las puertas del Vaticano porque secuestraron y degollaron al Gobernador del Caquetá y después en las elecciones parlamentarias, cuando ninguno de los dirigentes políticos “liberados” de manera unilateral, obtuvo curul para ir al Congreso a promover el canje humanitario y el estatus de beligerancia para los terroristas.
Un seguimiento detallado de los hechos sucedidos indica que a la payasada del cabo Moncayo de anunciar viajes para agradecer a Lula, Chávez y Correa –como si estos personajes siniestros no fueran parte de sus verdugos- se sumó el quizás premeditado y preacordado viaje de Piedad Córdoba a Europa, con la audaz iniciativa de impulsar el acuerdo humanitario antes que finalice el gobierno Uribe,
El velado propósito de este acuerdo, es dejar amarrado al gobernante entrante en la farsa de unas negociaciones de paz, que solo conduzcan al fortalecimiento del grupo terrorista, mientras sus secuaces mandatarios de Ecuador, Venezuela, Bolivia, Argentina, Uruguay, Paraguay, Cuba y Nicaragua, les dan estatus de beligerancia, les abren embajadas y los apoyan con armas y pertrechos en la ofensiva final para instaurar una dictadura comunista en el país.
Por enésima vez llama la atención el adormecimiento en los laureles de la Cancillería. Cada vez que las Farc o sus voceros o cómplices hablan en el exterior, corroboran que los cónsules y embajadores están en pañales frente a la estrategia propagandista de los terroristas, que todas sus escasas acciones son reactivas, que la proactividad en este campo brilla por su ausencia, y que el Complot contra Colombia develado en los computadores de Reyes, sigue vivito y coleando.
Entretanto la famélica voracidad electorera de los candidatos los aleja de esta verdad. Al unísono, columnistas insensatos o antiuribistas patológicos, tienen el desatino de reconocer los “esfuerzos por la paz” que hace la distinguida senadora.
Pareciera que la estupidez funcional o el cinismo rayano predominaran, hasta el extremo que estos personajes no quieren darse cuenta del grave riesgo que se cierne sobre el futuro de Colombia.
Es más, todos los días las noticias relatan las barbaridades que comete Chávez en Venezuela contra la propiedad privada, contra los derechos humanos, contra la libertad de expresión etc,; o, la tragedia que padece el pueblo cubano sometido a la férula sanguinaria de la dictadura castrista, o las arbitrariedades que han cometido Correa y Evo contra sus pueblos. No obstante, como borregos mecanizados por la palabrería marxista-leninista, se unen a la farsa o por solo hacer daño al gestor de la Estrategia de Seguridad Democrática, afirman que es honesto el trabajo de Colombianos por la Paz y su cuestionada jefe.
La indiferencia crónica ante la realidad es un gigantesco paso hacia el abismo. En ninguno de los países donde se han desarrollado procesos revolucionarios comunistas, ni las guerrillas ni sus cómplices han obrado de buena fe. Siempre se han escudado en las bondades de la democracia para apuñalarla si piedad. La trampa, el engaño, la mentira, la farsa, las estratagemas, los artilugios, son las consuetudinarias líneas de conducta de los comunistas. Y las Farc no son al excepción.
Por estas y muchas razones más, es perentorio preguntar si hay una extraña y sospechosa coincidencia entre los objetivos de Colombianos por la Paz y los de las Farc.
Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
Analista de asuntos estratégicos
www.luisvillamarin.com

domingo, 10 de enero de 2010

El propósito de "Colombianos por la paz" es lograr estatus de beligerancia para las Farc

Por coronel Luis Alberto Villamarin Pulido el 10 de Enero 2010 4:42 PM

La manipulación de las Farc para liberar al cabo Moncayo tiene una explicación precisa y hace parte del plan B orquestado para finales de diciembre pasado. El plan A para dejar en libertad al suboficial, se realizaría con la complicidad de los gobiernos de Brasil y Argentina, así como la calculada intervención de Monseñor Castrillón en Roma, mas la simultánea publicación en Suecia del video de los "campesinos farianos".
La trama era perfecta y coincidía con el fin de año, cuando el espíritu navideño relaja un poco las actitudes políticas e induce a conciliar. Algo similar a la pantomima de la fallida liberación del niño Emmanuel hace un par de años.
Mediante esta jugada, las Farc pretendían utilizar el secuestro del gobernador del Caquetá como el medio de presión, para que Europa por intermediación del Vaticano les quitara el rótulo de terroristas, y así Lula, Chávez y el resto del "combo fariano" les concederían estatus de beligerancia, embajadas en sus países y total reconocimiento político.
En forma premeditada, días antes se reunió en Caracas el Movimiento Continental Bolivariano de las Farc, cuyos cabecillas expresaron abierta simpatía por el brazo armado del Partido Comunista Colombiano, con la venia de los gobernantes de los países comprometidos en una asociación para delinquir, que por enésima vez guardaron silencio frente a esta realidad geopolítica y estratégica que atenta contra la integridad institucional colombiana.
Desde luego, Chávez continuó con la amenaza de guerra y la farsa de vender la idea que la víctima es Venezuela, para justificar cualquier agresión posterior surgida de su gobierno, ya que no le funcionó la provocación de guerra contra Colombia, con la destrucción de tres puentes ubicados en pasos fronterizos.
Por esa razón, cuando dijo que las liberaciones demorarían mas de lo previsto, Piedad Córdoba no solo se integró a la reiterada manipulación y al premeditado plan fariano, sino que desautorizó a Monseñor Córdoba, quien por iluso se convirtió en ficha del plan A de las Farc y sus camaradas, cayó en la trampa y puso en entredicho tanto su credibilidad, como su seriedad, no ajena al consuetudinario deseo de figuración de sus antecesores en asuntos de mediación, para tomar algún contacto con el grupo terrorista.
Pero a los conjurados les falló el plan A. El gobernador del Caquetá fue degollado. El mundo entero se les vino encima a las Farc. Sus socios de Venezuela, Brasil, Ecuador, Nicaragua, Bolivia, Paraguay, Argentina y Uruguay, no los cuestionaron en público, pero se quedaron sin aire. El canciller brasileño Amorín que hacía parte de la conjura y coordinaba la filigrana internacional de apoyo a las Farc tanto con Olivo Saldaña en Brasilia como con sus embajadores en Europa, se vio obligado a retirar a un emisario de Bogotá y a guardar silencio discreto.
De inmediato, las Farc y sus socios activaron el Plan B. El partido Comunista Argentino, con el aval del gobierno de Cristina Kirchner, publicó en Buenos Aires la película filmada en Venezuela cerca a uno de los campamentos de Iván Márquez, la que también pretenden presentar en Suecia.
Pero, una vez mas les falló lo planeado, porque la Cancillería colombiana puso el grito en el cielo e instó por primera vez a los embajadores, a que actúen en consecuencia y eviten la audaz propaganda terrorista.
Entonces, Alfonso Cano sacó a relucir sus cartas. Puso al descubierto que los nexos de los comunistas argentinos con las Farc están en pie, y dejó traslucir, que a diferencia de la apatía del cuerpo diplomático colombiano acreditado en Estocolmo, los terroristas de civil que circulan por Europa ya contactaron al gobierno sueco, muy sensible por cierto a los temas humanitarios; los convencieron que son simples campesinos y no narcoterroristas, razón por la cual este país sería el mediador ideal para liberar a Moncayo.
Dicha mediación generaría la "sorpresiva" reacción favorable a las Farc por parte de los gobiernos del socialismo del siglo XXI en el hemisferio, para forzar la falsa negociación de paz, a partir del canje humanitario y el estatus de beligerancia de las Farc.
Esa negociación de paz sería falsa, pues el dogmatismo marxista-leninista, indica que para las Farc y sus socios del Foro de Sao Paulo, solo habrá paz en Colombia cuando los terroristas tengan el poder político en Colombia y hayan impuesto una dictadura comunista afín a Chávez, Morales, Lula etc.
Por lo tanto, "Colombianos por la paz" grupo del que hacen parte varios miembros del Partido Comunista Clandestino de las Farc, amparados en las bondades de la democracia que pretenden degollar como hicieron con el gobernador del Caquetá; solo busca la legitimación política de las Farc no la liberación de los secuestrados.
Este grupo del que también hacen parte varios idiotas útiles de las Farc, que ansiosos por sacar a Uribe e impedir su reelección, obran como marionetas de los terroristas; actúa en consonancia con el Foro de Sao Paulo, el Movimiento Continental Bolivariano, los proyectos del Plan Renacer de las Farc y los "coincidentes planteamientos" de los camaradas del semanario Voz, órgano de difusión oficial del Partido Comunista Colombiano.
En ese orden de ideas, la militancia de Alán Jara en Colombianos por la Paz no es gratuita. El, Sigifredo López, Luis Eladio Pérez y Gechem fueron liberados con instrucciones precisas de hacer campaña para el Congreso, conseguir la curul y presionar desde allí el acuerdo humanitario, para lograr el siguiente paso del estatus de beligerancia fariana.
No hay lugar para ser tan ingenuos al pensar que un grupo terrorista que masacra sin compasión a once magistrados y luego miente con total cinismo, que secuestra y degüella a un gobernador, que juega con el dolor de la madre del mayor Guevara, que envenena acueductos municipales, que lanza cilindros contra una capilla llena de feligreses en Bojayá, que incendia automotores con ocupantes adentro, que masacra a 33 campesinos en La Gabarra, que fusila a sus compinches, que trafica coca y que ha mentido tantas veces, hubiera liberado a los dirigentes políticos enunciados, sin haberlos comprometido a nada.
Además, sería muy ingenuo creer que esas liberaciones fueron de buena fe, cuando han manipulado tanto con la liberación del cabo Moncayo y los demás secuestrados.
Un indicio de esta realidad, es que recién liberado Eladio Pérez hablaba incansable que tenía la fórmula secreta para el intercambio humanitario con participación de varios gobiernos, pero pocos días después de su liberación murió Raúl Reyes y en los computadores que le incautaron, quedó demostrado que el audaz plan de paz de Pérez, no era más que la imposición a este mensajero casual, de lo acordado por Chávez e Iván Márquez en el Palacio de Miraflores,
En síntesis, La propuesta de poner a Suecia como mediador obedece a buscar que la Unión Europea con participación incluida del Vaticano, retire el rótulo de terroristas a las Farc, mientras "Colombianos por la paz", sigue inmerso en el objetivo para el cual lo crearon los comisarios políticos de las Farc, es decir, buscar el estatus de beligerancia para los terroristas.
Esto explica las declaraciones de Iván Cepeda cuando dice que con el degüello del Gobernador del Caquetá, las Farc no son terroristas sino que cometieron un crimen de guerra, es decir que desde esa óptica son un ejército.
Tal posición coincide con los expuesto por los terroristas reunidos en Caracas con el nombre de Movimiento Continental Bolivariano, el silencio cómplice de los mandatarios de Unasur vinculados al socialismo del siglo XXI, la continua amenaza de Chávez contra Colombia, y el desespero de las Farc por conseguir estatus político, antes que los aviones Super-tucano terminen de eliminar a sus cabecillas.
De remate, ya las Farc no actúan solas. Su operatividad va en consonancia con un impulso internacional, del cual hacen parte los miembros del Foro de Sao Paulo y todos los comunistas latinoamericanos, pero por desgracia, los afectados tanto en Colombia como en Estados Unidos no quieren ver así.


Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
Analista de asuntos estratégicos
www.luisvillamarin.com

El propósito de "Colombianos por la paz" es lograr estatus de beligerancia para las Farc

La manipulación de las Farc para liberar al cabo Moncayo tiene una explicación precisa y hace parte del plan B orquestado para finales de diciembre pasado. El plan A para dejar en libertad al suboficial, se realizaría con la complicidad de los gobiernos de Brasil y Argentina, así como la calculada intervención de Monseñor Castrillón en Roma, mas la simultánea publicación en Suecia del video de los "campesinos farianos".
La trama era perfecta y coincidía con el fin de año, cuando el espíritu navideño relaja un poco las actitudes políticas e induce a conciliar. Algo similar a la pantomima de la fallida liberación del niño Emmanuel hace un par de años.
Mediante esta jugada, las Farc pretendían utilizar el secuestro del gobernador del Caquetá como el medio de presión, para que Europa por intermediación del Vaticano les quitara el rótulo de terroristas, y así Lula, Chávez y el resto del "combo fariano" les concederían estatus de beligerancia, embajadas en sus países y total reconocimiento político.
En forma premeditada, días antes se reunió en Caracas el Movimiento Continental Bolivariano de las Farc, cuyos cabecillas expresaron abierta simpatía por el brazo armado del Partido Comunista Colombiano, con la venia de los gobernantes de los países comprometidos en una asociación para delinquir, que por enésima vez guardaron silencio frente a esta realidad geopolítica y estratégica que atenta contra la integridad institucional colombiana.
Desde luego, Chávez continuó con la amenaza de guerra y la farsa de vender la idea que la víctima es Venezuela, para justificar cualquier agresión posterior surgida de su gobierno, ya que no le funcionó la provocación de guerra contra Colombia, con la destrucción de tres puentes ubicados en pasos fronterizos.
Por esa razón, cuando dijo que las liberaciones demorarían mas de lo previsto, Piedad Córdoba no solo se integró a la reiterada manipulación y al premeditado plan fariano, sino que desautorizó a Monseñor Córdoba, quien por iluso se convirtió en ficha del plan A de las Farc y sus camaradas, cayó en la trampa y puso en entredicho tanto su credibilidad, como su seriedad, no ajena al consuetudinario deseo de figuración de sus antecesores en asuntos de mediación, para tomar algún contacto con el grupo terrorista.
Pero a los conjurados les falló el plan A. El gobernador del Caquetá fue degollado. El mundo entero se les vino encima a las Farc. Sus socios de Venezuela, Brasil, Ecuador, Nicaragua, Bolivia, Paraguay, Argentina y Uruguay, no los cuestionaron en público, pero se quedaron sin aire. El canciller brasileño Amorín que hacía parte de la conjura y coordinaba la filigrana internacional de apoyo a las Farc tanto con Olivo Saldaña en Brasilia como con sus embajadores en Europa, se vio obligado a retirar a un emisario de Bogotá y a guardar silencio discreto.
De inmediato, las Farc y sus socios activaron el Plan B. El partido Comunista Argentino, con el aval del gobierno de Cristina Kirchner, publicó en Buenos Aires la película filmada en Venezuela cerca a uno de los campamentos de Iván Márquez, la que también pretenden presentar en Suecia.
Pero, una vez mas les falló lo planeado, porque la Cancillería colombiana puso el grito en el cielo e instó por primera vez a los embajadores, a que actúen en consecuencia y eviten la audaz propaganda terrorista.
Entonces, Alfonso Cano sacó a relucir sus cartas. Puso al descubierto que los nexos de los comunistas argentinos con las Farc están en pie, y dejó traslucir, que a diferencia de la apatía del cuerpo diplomático colombiano acreditado en Estocolmo, los terroristas de civil que circulan por Europa ya contactaron al gobierno sueco, muy sensible por cierto a los temas humanitarios; los convencieron que son simples campesinos y no narcoterroristas, razón por la cual este país sería el mediador ideal para liberar a Moncayo.
Dicha mediación generaría la "sorpresiva" reacción favorable a las Farc por parte de los gobiernos del socialismo del siglo XXI en el hemisferio, para forzar la falsa negociación de paz, a partir del canje humanitario y el estatus de beligerancia de las Farc.
Esa negociación de paz sería falsa, pues el dogmatismo marxista-leninista, indica que para las Farc y sus socios del Foro de Sao Paulo, solo habrá paz en Colombia cuando los terroristas tengan el poder político en Colombia y hayan impuesto una dictadura comunista afín a Chávez, Morales, Lula etc.
Por lo tanto, "Colombianos por la paz" grupo del que hacen parte varios miembros del Partido Comunista Clandestino de las Farc, amparados en las bondades de la democracia que pretenden degollar como hicieron con el gobernador del Caquetá; solo busca la legitimación política de las Farc no la liberación de los secuestrados.
Este grupo del que también hacen parte varios idiotas útiles de las Farc, que ansiosos por sacar a Uribe e impedir su reelección, obran como marionetas de los terroristas; actúa en consonancia con el Foro de Sao Paulo, el Movimiento Continental Bolivariano, los proyectos del Plan Renacer de las Farc y los "coincidentes planteamientos" de los camaradas del semanario Voz, órgano de difusión oficial del Partido Comunista Colombiano.
En ese orden de ideas, la militancia de Alán Jara en Colombianos por la Paz no es gratuita. El, Sigifredo López, Luis Eladio Pérez y Gechem fueron liberados con instrucciones precisas de hacer campaña para el Congreso, conseguir la curul y presionar desde allí el acuerdo humanitario, para lograr el siguiente paso del estatus de beligerancia fariana.
No hay lugar para ser tan ingenuos al pensar que un grupo terrorista que masacra sin compasión a once magistrados y luego miente con total cinismo, que secuestra y degüella a un gobernador, que juega con el dolor de la madre del mayor Guevara, que envenena acueductos municipales, que lanza cilindros contra una capilla llena de feligreses en Bojayá, que incendia automotores con ocupantes adentro, que masacra a 33 campesinos en La Gabarra, que fusila a sus compinches, que trafica coca y que ha mentido tantas veces, hubiera liberado a los dirigentes políticos enunciados, sin haberlos comprometido a nada.
Además, sería muy ingenuo creer que esas liberaciones fueron de buena fe, cuando han manipulado tanto con la liberación del cabo Moncayo y los demás secuestrados.
Un indicio de esta realidad, es que recién liberado Eladio Pérez hablaba incansable que tenía la fórmula secreta para el intercambio humanitario con participación de varios gobiernos, pero pocos días después de su liberación murió Raúl Reyes y en los computadores que le incautaron, quedó demostrado que el audaz plan de paz de Pérez, no era más que la imposición a este mensajero casual, de lo acordado por Chávez e Iván Márquez en el Palacio de Miraflores,
En síntesis, La propuesta de poner a Suecia como mediador obedece a buscar que la Unión Europea con participación incluida del Vaticano, retire el rótulo de terroristas a las Farc, mientras "Colombianos por la paz", sigue inmerso en el objetivo para el cual lo crearon los comisarios políticos de las Farc, es decir, buscar el estatus de beligerancia para los terroristas.
Esto explica las declaraciones de Iván Cepeda cuando dice que con el degüello del Gobernador del Caquetá, las Farc no son terroristas sino que cometieron un crimen de guerra, es decir que desde esa óptica son un ejército.
Tal posición coincide con los expuesto por los terroristas reunidos en Caracas con el nombre de Movimiento Continental Bolivariano, el silencio cómplice de los mandatarios de Unasur vinculados al socialismo del siglo XXI, la continua amenaza de Chávez contra Colombia, y el desespero de las Farc por conseguir estatus político, antes que los aviones Super-tucano terminen de eliminar a sus cabecillas.
De remate, ya las Farc no actúan solas. Su operatividad va en consonancia con un impulso internacional, del cual hacen parte los miembros del Foro de Sao Paulo y todos los comunistas latinoamericanos, pero por desgracia, los afectados tanto en Colombia como en Estados Unidos no quieren ver así.


Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
Analista de asuntos estratégicos
www.luisvillamarin.com

sábado, 26 de diciembre de 2009

Quijotesca mediación de Monseñor Castillón, unión Farc-Eln y resurgimiento del terrorismo urbano.

A partir del momento en que las Farc entraron al Foro de Sao Paulo, la agresión comunista contra Colombia dejó de ser local y se convirtió en hemisférica, con sobredosis de propaganda internacional, reclutamiento de militantes para la Coordinadora Continental Bolivariana y posibilidad para que los terroristas busquen estatus de beligerancia en todo el planeta.
Todo indica que los acontecimientos recientes no son aislados. La ya recurrente payasada de los mal llamados “colombianos por la paz,” que descaradamente sirven de multiplicadores a la siniestra manipulación de las Farc para liberar los secuestrados, sumada con el anuncio de fusión del Eln y las Farc (equivocadamente desechado por el novato Mindefensa y minimizado por el alto mando militar), la resurrección del terrorismo urbano con el secuestro y asesinato del gobernador del Caquetá, las desafiantes declaraciones del canciller brasileño Celso Amorín acerca de la presencia militar gringa en Colombia, y la quijotesca sugerencia de Monseñor Castrillón, denotan un giro estratégico de las Farc y sus cómplices, empeñados en sacar a Uribe del camino y conducir a Colombia hacia el socialismo castro-chavista.
Dentro y fuera de Colombia, los comunistas son conscientes que las Farc están en un mal momento militar, por esa razón forzaron la fusión con el Eln, mediante la cual pretende reestructurar y reforzar las cuadrillas para recuperar zonas de donde fueron desalojados, al igual que, tener una fuerza guerrillera fuerte para apoyar a su cómplice Hugo Chávez, en el momento en que decida atacar a Colombia, para forzar la entrada de su arcaica ideología política y de paso reconocer como sus aliados militares y políticos a los terroristas colombianos y sus reconocidos padrinos políticos.
Entretanto los gobiernos comunistas de Lula, Correa, Evo Morales, Daniel Ortega, la Kirchner y el obispo rojo en el Paraguay, se oponen a la presencia militar norteamericana, porque tienen en ciernes el plan de otorgar estatus de beligerancia a las Farc, sea que ocurra la cada día más inminente agresión armada chavista contra Colombia, o sea que la Unión Europea de cabida a que en su territorio se negocie la liberación de los secuestrados, con el implícito reconocimiento político y supresión del calificativo de terroristas a las Farc.
Desde hace unos meses Monseñor Castrillón anda de mediador y de facilitador. Los contactos han sido hechos con terroristas del Eln residentes en Europa, muy cercanos a un importante sector de la iglesia católica y por bandidos de las Farc, que asilados o agazapados con identidades falsas portan pasaportes venezolanos o ecuatorianos expedidos legítimamente y a conciencia por las respectivas cancillerías de esos países, viajan por Europa como Pedro por su casa e inclusive tienen mucha cercanía con politiqueros en la sede de gobierno francesa, algunos despistados parlamentarios europeos y miembros de los partidos comunistas de España, Francia, Italia, Dinamarca, Noruega, Suecia, Suiza y Grecia.
El cobarde y demencial asesinato del secuestrado gobernador del Caquetá, se convirtió en la pieza que le falló a la estrategia publicitaria y propagandista montada por las Farc, Lula y sus demás secuaces. La idea era siniestra. Con el Gobernador secuestrado y ante la mentirosa proximidad de la liberación de Moncayo, las Farc pedirían desde Europa, como condición única para iniciar la liberación de los secuestrados, la supresión del calificativo de terroristas, el reconocimiento de estatus de beligerancia y la iniciación de un farsante mesa de diálogo para aclimatar la supuesta paz, mientras Chávez los ayuda a instalarse en las posiciones claves de gobierno.
Esa es la razón para que la vocera fariana incrustada en el grupo de Danielito el travieso y demás idiotas útiles de las Farc, se hiciera la desentendida y manifestara no tener conocimiento de las fechas de las liberaciones.
Esa es la misma razón para boquisuelto Monseñor Córdoba anunciara pavos y cenas navideñas en las casas de las víctimas. Es la misma razón, para que los mal llamados “Colombianos por la Paz”, después de no “saber nada”, anunciaran por medio de su locuaz vocera, que las liberaciones de Moncayo y Calvo se producirían en Enero.
La explicación es sencilla, todo esto se haría con un gobernador secuestrado y los camaradas de las Farc, presionando en foros internacionales el acuerdo humanitario ya, así como la estulticia de Monseñor Castrillón, sirviendo de juguete útil a la maniobra político-estratégica de las Farc y el Foro de Sao Paulo.
Pero el plan terrorista falló. La reacción inmediata de las Fuerza Militares acorraló a los secuestradores del Gobernador. Sanguinarios y despiadados, los sicarios degollaron a la víctima y de paso decapitaron una jugada maestra, craneada en Brasilia por Amorín, los delegados de las Farc y del gobierno venezolano.
Desesperados por no perder la pantalla política, los terroristas forzaron a Monseñor Castrillón a dar la "buena nueva" que se va a reunir con el delegado de Cano, porque esa es otra carta que les queda. Es por esa razón que Amorín se vio obligado a payasear con el cuento de las bases gringas, pese a que él y su jefe Lula, saben que no son bases gringas sino personal militar norteamericano dentro de bases militares colombianas que ya existen. Que falta hace que la cancillería y el gobierno colombiano, exijan a Lula que mande a callar a ese bocón.
Una vez mas, igual que sucedió para esta misma época con el caso de Emmanuel el hijo de Clara Rojas, la razón está de lado del gobierno nacional. Pero claro, falta la acción diplomática masiva de embajadores, cónsules y demás plenipotenciarios para que el mundo entero deduzca cuales son las verdaderas intenciones del Foro de Sao Paulo, pues ya las Farc no actúan solas, ni se manejan solas, sino que son interdependientes del proyecto totalitario comunista que articulan todos los que hacen parte del Complot contra Colombia. Dentro y fuera del país.
Lo malo y lo feo del asunto es que los militares y policías continúan secuestrados, y esta situación favorece la estupidez funcional del profesor Moncayo, que no solo ataca al presidente Uribe con igual nivel de imbecilidad al que desataba la mamá de Ingrid Betancur, sino que le dio el embeleco de lanzarse al Congreso por las listas del Polo, es decir de la misma agrupación donde militan algunos de los estafetas de las Farc, dizque para presionar el canje humanitario.
Hay dos opciones, o que las neuronas no le dan a Moncayo para entender que las Farc y los mal llamados “colombianos por la paz”, están jugando con su dolor, o es que por desgracia, al aceptar militancia en el Polo, en realidad Moncayo pertenece a la izquierda pro chavista, y su actuación es consciente para favorece el proyecto totalitario comunista contra Colombia.
Lo cierto es que el gobierno nacional tiene que andar con pies de plomo en el caso de la "buena nueva" de Monseñor Castrillón, pues este gesto de paz fariano, no deja de ser otro intento de encerrona del Foro de Sao Paulo, que está adolorido porque sus mandatarios no han podido crucificar a Uribe en Unasur, y ahora tienden otra atarraya y otros anzuelos en otro escenario geopolítico, para ver si logran abrir el camino hacia el estatus de beligerancia de las Farc y la aclimatación en Colombia, de un gobierno títere de transición hacia el comunismo chavista, a partir del 7 de agosto de 2010.
Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
www.luisvillamarin.com
Analista de asuntos estratégicos