A partir del momento en que las Farc entraron al Foro de Sao Paulo, la agresión comunista contra Colombia dejó de ser local y se convirtió en hemisférica, con sobredosis de propaganda internacional, reclutamiento de militantes para la Coordinadora Continental Bolivariana y posibilidad para que los terroristas busquen estatus de beligerancia en todo el planeta.
Todo indica que los acontecimientos recientes no son aislados. La ya recurrente payasada de los mal llamados “colombianos por la paz,” que descaradamente sirven de multiplicadores a la siniestra manipulación de las Farc para liberar los secuestrados, sumada con el anuncio de fusión del Eln y las Farc (equivocadamente desechado por el novato Mindefensa y minimizado por el alto mando militar), la resurrección del terrorismo urbano con el secuestro y asesinato del gobernador del Caquetá, las desafiantes declaraciones del canciller brasileño Celso Amorín acerca de la presencia militar gringa en Colombia, y la quijotesca sugerencia de Monseñor Castrillón, denotan un giro estratégico de las Farc y sus cómplices, empeñados en sacar a Uribe del camino y conducir a Colombia hacia el socialismo castro-chavista.
Dentro y fuera de Colombia, los comunistas son conscientes que las Farc están en un mal momento militar, por esa razón forzaron la fusión con el Eln, mediante la cual pretende reestructurar y reforzar las cuadrillas para recuperar zonas de donde fueron desalojados, al igual que, tener una fuerza guerrillera fuerte para apoyar a su cómplice Hugo Chávez, en el momento en que decida atacar a Colombia, para forzar la entrada de su arcaica ideología política y de paso reconocer como sus aliados militares y políticos a los terroristas colombianos y sus reconocidos padrinos políticos.
Entretanto los gobiernos comunistas de Lula, Correa, Evo Morales, Daniel Ortega, la Kirchner y el obispo rojo en el Paraguay, se oponen a la presencia militar norteamericana, porque tienen en ciernes el plan de otorgar estatus de beligerancia a las Farc, sea que ocurra la cada día más inminente agresión armada chavista contra Colombia, o sea que la Unión Europea de cabida a que en su territorio se negocie la liberación de los secuestrados, con el implícito reconocimiento político y supresión del calificativo de terroristas a las Farc.
Desde hace unos meses Monseñor Castrillón anda de mediador y de facilitador. Los contactos han sido hechos con terroristas del Eln residentes en Europa, muy cercanos a un importante sector de la iglesia católica y por bandidos de las Farc, que asilados o agazapados con identidades falsas portan pasaportes venezolanos o ecuatorianos expedidos legítimamente y a conciencia por las respectivas cancillerías de esos países, viajan por Europa como Pedro por su casa e inclusive tienen mucha cercanía con politiqueros en la sede de gobierno francesa, algunos despistados parlamentarios europeos y miembros de los partidos comunistas de España, Francia, Italia, Dinamarca, Noruega, Suecia, Suiza y Grecia.
El cobarde y demencial asesinato del secuestrado gobernador del Caquetá, se convirtió en la pieza que le falló a la estrategia publicitaria y propagandista montada por las Farc, Lula y sus demás secuaces. La idea era siniestra. Con el Gobernador secuestrado y ante la mentirosa proximidad de la liberación de Moncayo, las Farc pedirían desde Europa, como condición única para iniciar la liberación de los secuestrados, la supresión del calificativo de terroristas, el reconocimiento de estatus de beligerancia y la iniciación de un farsante mesa de diálogo para aclimatar la supuesta paz, mientras Chávez los ayuda a instalarse en las posiciones claves de gobierno.
Esa es la razón para que la vocera fariana incrustada en el grupo de Danielito el travieso y demás idiotas útiles de las Farc, se hiciera la desentendida y manifestara no tener conocimiento de las fechas de las liberaciones.
Esa es la misma razón para boquisuelto Monseñor Córdoba anunciara pavos y cenas navideñas en las casas de las víctimas. Es la misma razón, para que los mal llamados “Colombianos por la Paz”, después de no “saber nada”, anunciaran por medio de su locuaz vocera, que las liberaciones de Moncayo y Calvo se producirían en Enero.
La explicación es sencilla, todo esto se haría con un gobernador secuestrado y los camaradas de las Farc, presionando en foros internacionales el acuerdo humanitario ya, así como la estulticia de Monseñor Castrillón, sirviendo de juguete útil a la maniobra político-estratégica de las Farc y el Foro de Sao Paulo.
Pero el plan terrorista falló. La reacción inmediata de las Fuerza Militares acorraló a los secuestradores del Gobernador. Sanguinarios y despiadados, los sicarios degollaron a la víctima y de paso decapitaron una jugada maestra, craneada en Brasilia por Amorín, los delegados de las Farc y del gobierno venezolano.
Desesperados por no perder la pantalla política, los terroristas forzaron a Monseñor Castrillón a dar la "buena nueva" que se va a reunir con el delegado de Cano, porque esa es otra carta que les queda. Es por esa razón que Amorín se vio obligado a payasear con el cuento de las bases gringas, pese a que él y su jefe Lula, saben que no son bases gringas sino personal militar norteamericano dentro de bases militares colombianas que ya existen. Que falta hace que la cancillería y el gobierno colombiano, exijan a Lula que mande a callar a ese bocón.
Una vez mas, igual que sucedió para esta misma época con el caso de Emmanuel el hijo de Clara Rojas, la razón está de lado del gobierno nacional. Pero claro, falta la acción diplomática masiva de embajadores, cónsules y demás plenipotenciarios para que el mundo entero deduzca cuales son las verdaderas intenciones del Foro de Sao Paulo, pues ya las Farc no actúan solas, ni se manejan solas, sino que son interdependientes del proyecto totalitario comunista que articulan todos los que hacen parte del Complot contra Colombia. Dentro y fuera del país.
Lo malo y lo feo del asunto es que los militares y policías continúan secuestrados, y esta situación favorece la estupidez funcional del profesor Moncayo, que no solo ataca al presidente Uribe con igual nivel de imbecilidad al que desataba la mamá de Ingrid Betancur, sino que le dio el embeleco de lanzarse al Congreso por las listas del Polo, es decir de la misma agrupación donde militan algunos de los estafetas de las Farc, dizque para presionar el canje humanitario.
Hay dos opciones, o que las neuronas no le dan a Moncayo para entender que las Farc y los mal llamados “colombianos por la paz”, están jugando con su dolor, o es que por desgracia, al aceptar militancia en el Polo, en realidad Moncayo pertenece a la izquierda pro chavista, y su actuación es consciente para favorece el proyecto totalitario comunista contra Colombia.
Lo cierto es que el gobierno nacional tiene que andar con pies de plomo en el caso de la "buena nueva" de Monseñor Castrillón, pues este gesto de paz fariano, no deja de ser otro intento de encerrona del Foro de Sao Paulo, que está adolorido porque sus mandatarios no han podido crucificar a Uribe en Unasur, y ahora tienden otra atarraya y otros anzuelos en otro escenario geopolítico, para ver si logran abrir el camino hacia el estatus de beligerancia de las Farc y la aclimatación en Colombia, de un gobierno títere de transición hacia el comunismo chavista, a partir del 7 de agosto de 2010.
Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
www.luisvillamarin.com
Analista de asuntos estratégicos
Desde el nacimiento como república soberana Colombia ha afrontado la guerra fratricida. A partir de la década de los años 50, la violencia liberal-conservadora recibió un tercer ingrediente con la entrada en escena del partido comunista y su brazo armado las Farc. Años mas tarde este grupo se convirtió en narcotraficante y terrorista, a la vez que facilitó el camino para la inmersión de las autodefensas ilegales en el mismo esquema de terror.