Ante el creciente desprestigio de las Farc, derivado de sus acciones de narcoterrorismo contra Colombia y de terrorismo interno contra los propios guerrilleros, sumados a los golpes sicológicos de connotaciones políticas y estratégicas sufridos con las operaciones Fénix, Jaque, Camaleón y Sodoma, las deserciones masivas de terroristas, las bajas en combate, las capturas de cabecillas y los decomisos de materiales; los terroristas juegan con Dilma Rousseff, una carta en busca de la legitimación política.
Dentro de Colombia recurrieron a sus correligionarios y cómplices que manipulan a los demás integrantes de los llamados “Colombianos por la paz”, para que insistan en la legitimación del grupo terrorista. Para el efecto, urdieron la farsa de prometer cinco liberaciones en desagravio a la destituida senadora a quien la Procuraduría le halló nexos con las Farc.
Y en el orden internacional asesorados por Unasur, el Movimiento Continental Bolivariano, y los “nuevos mejores amigos” del presidente Santos, recurrieron a promover protestas en varias latitudes por la “injusta” destitución de la senadora en ciernes y a promover acciones legales internacionales para buscar su restitución.
A la par con esta estratagema de propaganda izquierdista, celebraron con bombos y platillos, la elección de la terrorista brasileña Dilma Rousseff en remplazo del proterrorista Ignacio Lula Da Silva. Y que coincidencia, la liberación de los cinco secuestrados para desagraviar a la “ofendida ex senadora” se va a producir con el “apoyo humanitario del gobierno brasileño”, pero como primer gran acto de solidaridad internacional de la presidenta terrorista, en aras de “la paz en Colombia”.
No es nueva la maquiavélica jugada estratégica de las Farc en búsqueda de reconocimiento político con estatus de beligerancia y supresión del calificativo de terroristas, para recibir posterior apoyo que le s permita atacar desde el exterior a Colombia e implantar una dictadura comunista afín a Lula, Chávez, Correa, Ortega, Castro, Lugo, Kirchner, Morales y Mujica.
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