martes, 30 de noviembre de 2010

Chuzadas y Espionaje. Realidad que la hipocresía “ignora”

Temas geopolíticos internacionales

Publicado en la Revista Semana de Bogotá Colombia el 29 de noviembre de 2010

En el orden local las “chuzadas” del Das y en el mundial el destape de documentos secretos de diplomáticos estadounidenses, desataron sendas tormentas noticiosas y simuladas actitudes moralistas de opositores a los respectivos gobernantes. Es la hipocresía tradicional de los politiqueros de siempre en todos los lugares del planeta. Quien haya estudiado historia política o esté medianamente informado de los avatares gubernamentales de cualquier país del mundo, sabe las intercepciones de comunicaciones y el espionaje son parte de la seguridad de los estados sin importar su línea ideológica. Es una realidad que solo los hipócritas "ignoran", para con ella hacer politiquería.

En el caso de Estados Unidos toda esa parafernalia de acciones encubiertas, ha sido atribuida a la CIA. En Israel al Mossad. En Inglaterra al M-16. En la Unión Soviética a la KGB… Y así sucesivamente. Pero además todos los consulados y embajadas del mundo, todos sin excepción, envían a sus respectivos gobiernos informes detallados de inteligencia estratégica, la cual incluye análisis político interno del país donde está acreditado el cuerpo diplomático, capacidades militares, incursión en la tecnología, alianzas políticas, cercanía o rechazo con el gobierno representado, etc.

Para el efecto, los métodos utilizados varían de acuerdo con la capacidad económica y potencialidad de inteligencia militar de cada país. La gama es muy amplia. Incluye espías humanos, infiltración en organismos claves como lo hacen Chávez, Lula, Castro, Correay los demás comunistas en Latinoamérica; espías tecnificados como lo hacen Estados Unidos, Rusia, China, Israel, Alemania, Francia, Canadá, etc; equipos de alta tecnología como lo hacen sin excepción todas las potencias; pago de informantes, publicaciones con desinformación etc.

En el caso de las chuzadas del Das, esto ni es nuevo, ni por desgracia será la última vez. Chuzar los teléfonos o las comunicaciones de personalidades de interés para el desarrollo de proyectos políticos, ha sido una constante en Colombia desde cuando aparecieron las comunicaciones. Y antes de esto, liberales y conservadores utilizaban a funcionarios infiltrados en cargos sensibles para conocer que pensaba el adversario político o como iría a actuar.

Es algo que desde siempre han sabido los presidentes, senadores, ministros, altos magistrados, jueces, directores de la policía o del Das. Por ende, también ha sido conocido por la oposición, que ahora plena de hipocresía “ignora” semejante barbaridad y cuestiona a los cuatro vientos con moralidad de vitrina, en aras de obtener réditos politiqueros: O lo que es peor, altos funcionarios del actual gobierno escandalizan a los cuatro vientos, a sabiendas que esa es una de las herramientas de poder que potencialmente utilizarán mas adelante cuando se acabe la luna de miel con el electorado y pase al olvido el cuento de hadas tejido en torno a los cien días de Santos.

No estamos justificando las chuzadas ni aceptando la violación de la intimidad de las personas. Es algo reprobable venga de donde viniere. Estamos poniendo en blanco y negro una cruda realidad que no puede ser tratada con hipocresía ni fingidas actitudes éticas o morales. Es un problema estructural que demuestra la baja calidad de todos dirigentes que nos han gobernado, cuya ineptitud para sostener planes de gobierno a largo plazo ha sido suplida por el espionaje de lo que piense lo haga la oposición, cuya incapacidad funcional se resume en que solo busca la caída del gobernante de turno, sin importar que cuando ellos estén en el poder recibirán la misma medicina.

En el caso de las relaciones exteriores es algo más serio y en el caso colombiano en que nuestros cónsules y embajadores son miopes frente a esta realidad, está en juego la continuidad de la democracia en el país. ¿Quién puede dudar que los diplomáticos nombrados por los gobiernos de Chávez, Correa, Lula, Evo Morales, Daniel Ortega y el dictador Fidel Castro, espían al gobierno colombiano?... Sería iluso creer que no. ¿Quién pondría en duda que además de ayudar a Morales y a Correa, Chávez y Lula no los espían?...¿Quíen dudaría que a sabiendas de las intenciones de los miembros del Foro de Sao Paulo, Irán, Corea del Norte, Siria , China o Rusia, la Casa Blanca no los espía?.

Se necesita ser ingenuo para dudarlo o un cínico de tiempo completo. La hipocresía que ignora la realidad del espionaje es la misma que lo aplica con mayor intensidad cuando está en el poder. Ni más ni menos.


Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido

www.luisvillamarin.com

Analista de asuntos estratégicos

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