La reciente publicación en Internet de esta fotografía es diciente. La ficha que resume el prontuario delictivo de Dilma capturada en la década de los setenta, cuando hacia parte de una célula terrorista que cometía delitos de lesa humanidad y actos de barbarie típicos de los comunistas de todas las épocas, es un campanazo de alerta para los electores brasileños y para el resto del continente, en especial para Colombia, objetivo primario de Fidel Castro y todos sus lacayos, empeñados en teñir el continente de marxismo-leninismo.
El viejo adagio que asegura "Quien ha sido, nunca deja de ser" toma fuerza inusitada en este caso. Un error garrafal del presidente Uribe fue no haber publicado todos los correos electrónicos que comprometen a Lula y a muchos de los funcionarios oficiales del Brasil con las Farc. Quizás por errónea sugerencia de asesores apaciguados, o quizas, por el célebre viceministro que manejó a su antojo y a cuenta gotas los contenidos de los computadores de Reyes, Uribe fue parco y no destapó la olla podrida de algunos sectores de la dirigencia política brasileña, como tampoco lo hizo con Costa Rica donde hay hasta ex presidentes asociados con las Farc.
Si estos documentos se hubieran publicado a tiempo, el mundo entero habría entendido que Lula no es ningún estadista visionario, sino un audaz oportunista que aprovechó la coyuntura de la expansión geopolítica brasileña para auto-posicionarse , y manipular tanto a los industriales como a los militares brasileños, con la seguridad que estos lo dejarían hacer patrañas por debajo de la mesa, para proyectar el crecimiento del comunismo en el hemisferio, algo que en su momento le falló al dictador cubano.
Hoy sale a la luz pública la copia del prontuario de Dilma Rousseff pero la prensa internacional se queda callada, igual que sucedió con el triunfo de un terrorista en Uruguay, o de un obispo pro terrorista en Paraguay, o de una montonera expulsada del peronismo en la Plaza de Mayo por el propio Perón, o de un canciller argentino que colocaba bombas y asesinaba civiles en Buenos Aires, o de la elección de los delincuentes de cuello blanco Rafael Correa, Daniel Ortega y Hugo Chávez en sus respectivos países.
Para nadie es un secreto que el último aliento de vida que les queda a las Farc como movimiento armado es la promesa de reconocimiento político que les han hecho Lula, Chávez, Correa, Ortega, la Kirchner, el indio coquero, Mujica, Lugo y el dictador cubano. Pero, esto está en veremos debido a los agridulces resultados electorales en días pasados en Venezuela y Brasil.
Si gana Dilma Roussef, las Farc tendrán a una promotora de alto nivel, que poseída de la marrulla y la experiencia consustanciales del bandido comunista, insistirá en la necesidad de dialogar por la paz en Colombia, se negará a calificarlos como terroristas, continuará la estratagema de "solidaridad revolucionaria" de asilos a miembros de las Farc, les seguirá dando espacio para que crezcan en el Amazonas, evitará que las Fuerzas Armadas Brasileñas combatan el narcotráfico y el terrorismo en las zonas donde la s Farc tengan presencia dentro del territorio brasileño, y seguirá en la línea de Lula, de hablar en público bien del preidente colombiano, mientras en privado conspira contra Colombia.
Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
www.luisvillamarin.com | www.conflictocolombiano.com
Analista de asuntos estratégicos
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